Un día después de la caída del ruso Daniil Medvedev, el primer cabeza de serie que seguía en carrera en el Masters 1000 de Miami, Stefanos Tsitsipas fue eliminado en los cuartos de final en su compromiso frente a Hubert Hurkacz.
El polaco, que ocupa la posición 26 en el escalafón internacional, se impuso ante el griego que demostró su máxima frustración después del 2-6, 6-3 y 6-4 que arrojó el duelo disputado en dos horas y 20 minutos en la cancha principal.
Hurkacz jugará sus primeras semifinales de un torneo Masters 1000 ante el ganador del cruce que animarán el ruso Andrey Rublev y el joven estadounidense Sebastian Korda, número 87 del ranking mundial.
El polaco venció precisamente a Korda en enero en la final de Delray Beach en lo que significó su segundo torneo ATP de su palmarés. En tanto que Tsitsipas, número cinco del planeta, era el mejor posicionado en Miami tras la derrota de Medvedev en la instancia de los ocho mejores ante el español Roberto Bautista.
La caída de Medvedev dejó al Abierto sin ningún campeón de un Masters 1000, en la primera edición en la que no compitieron los tres gigantes del tenis masculino (Federer, Nadal y Djokovic) desde 2004.
El griego, que eliminó a Nadal en los cuartos de final del pasado Abierto de Australia, dejó escapar un set de ventaja ante un rival al que había ganado en seis de sus siete enfrentamientos anteriores, el último apenas el 4 de marzo en Rotterdam.
El singlista de 22 años, se dejó llevar por los nervios en varios momentos del partido y fue apercibido por el juez por pérdida de tiempo. En el primer set, Tsitsipas logró contrarrestar el potente servicio de Hurkacz (15 aces contra 7 del griego) con grandes devoluciones y un juego preciso y dinámico. Incluso mantuvo el pie en el acelerador en la segunda manga rompiendo el servicio del polaco en el primer juego y tomando una ventaja 2-1 que parecía encaminarle hacia un triunfo por la vía rápida.
“En ese momento traté de seguir siendo competitivo”, recordó Hurkacz tras el partido. “Sabía que si empezaba a meter los puntos que estaba fallando podía darle la vuelta, así que me mantuve con calma y positivo”, agregó.
Así, el polaco, de 24 años, mejoró su servicio y aprovechó los crecientes errores no forzados de Tsitsipas para tomar ventaja en el marcador y llevar el partido al desempate entre vehementes lamentos del griego.
En el descanso, Tsitsipas fue apercibido por el juez por tardar demasiado en cambiarse de cinta y la camiseta pero, de vuelta a la pista, arrancó el último parcial distanciándose de nuevo por 2-1. Sin embargo, el griego desperdició cuatro pelotas para ponerse 3-1 y cedió un quiebre del que ya no se recuperó.
En la rama femenina de Miami, segundo torneo WTA 1000 de la temporada, la australiana Ashleigh Barty, número uno mundial y defensora del título, enfrentará a la ucraniana Elina Svitolina. Por su parte, la canadiense Bianca Andreescu (8º) jugará ante la griega Maria Sakkari (23º), que el miércoles logró la gran sorpresa de la competición al eliminar en dos sets a la número dos mundial, la japonesa Naomi Osaka.
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