Ahora que hay muchos expertos en encontrar “peros”, los que por cierto surgieron desde el sábado que Sergio Pérez falló en entrar a la Q3 y calificó en undécimo lugar, es importante dar dos datos que seguramente tienen contentos a los mandamases de Red Bull: Checo realizó 14 rebases en pista y sólo 4 veces fue pasado por alguien más, pero de esos 4, tres los devolvió inmediatamente y no perdió posición... El segundo dato es que eso no pasaba para ellos en 2020.
Por supuesto que Pérez debe encontrar la manera de adaptarse al auto lo más pronto posible para conseguir poner vueltas rápidas los sábados, con medias o suaves; que calificar es importante y muchas veces un rebase en la primera curva define media carrera.
Pero lo que Red Bull vio es un piloto que, a pesar de tener cuatro sesiones sobre un auto nuevo hecho y desarrollado para Max Verstappen, pudo sobreponerse a esa calificación irregular a la que se le sumó el desperfecto eléctrico que casi lo hizo abandonar antes de que la carrera iniciara y lo obligó a largar desde pitlane.
Así, Checo Pérez pasó a Tsunoda, Latifi, Schumacher, Vettel dos veces, Ocon, Raikkonen, Alonso, Vettel (de nuevo), Sainz, Ricciardo, Stroll, Ricciardo otra vez tras salir de pits y Leclerc.
Fueron Vettel, Stroll, Leclerc y Bottas, quienes lo pasaron en pista alguna vez el domingo 28 de marzo, pero sólo Bottas conservó el lugar, los otros les “devolvió el favor” inmediatamente para terminar en quinto puesto, luego de largar vigésimo.
Christian Horner se “quitó el sombrero” porque sabe que Checo Pérez tiene la habilidad, paciencia y madurez para rebasar sin perder tiempo, algo que con Alex Albon no sucedía.
De un mal fin de semana, donde todo parecía perdido, salir con 10 puntos es un triunfo, Horner lo dijo en la transmisión al término del Gran Premio, los que ganaron fueron los aficionados porque Red Bull tiene dos pilotos que van a dar la pelea.
Muy ad hoc con la próxima Semana Santa, a Checo muchos ya lo hacían crucificado por Helmut Marko. Voces clamaban por Albon o por Pierre Gasly de Alpha Tauri para sustituir al “inoperante” mexicano que luego de dos días de sesiones no tenía una pole position como esperaban.
¿Qué sería del mundo sin los villamelones? Ningún estadio, autódromo o foro se llena solamente de expertos o aficionados entendidos, siempre hace falta que compre el boleto el que no conoce o quiere conocer. ¡Bienvenidos, todos! Poco a poco dejarán de ser villamelones para tener argumentos para sus juicios, todos válidos.
Lo que sí, a expertos y novatos, Checo les viene como remedio al contagio para la pandemia de los juicios apresurados: es un “tapabocas” de triple capa y sin filtro.
Los puntos se reparten en domingo y hasta que no caiga la bandera a cuadros, nadie los tiene en la bolsa.
Habrá carreras, malas, buenas, mejores, extraordinarias y para olvidar. El calendario tiene 23.
Lo que sigue para Pérez es calificar mejor (dentro de Q3, seguro) y próximamente subir a un podio. La presión la maneja como al RB16B que no quería encender y le dio un golpecito, apretó los botones del volante con calma y lo hizo salir del “coma” cuando nos temíamos ya un abandono catastrófico.
Así como sin tener contrato firmado con nadie, dio una segunda parte de temporada excepcional, ganó Sakhir 2020 y Red Bull se vio obligado a darle un contrato. Algo que en estas circunstancias y poderío del equipo de Milton Keynes, nunca había sucedido. Un volante no surgido de su programa es contratado, ni Mark Webber puede presumir eso, cuando él llegó a RBR, la escudería no era lo que es ahora.
Así que si Horner y Marko confían en él. Si salieron más que convencidos que su decisión por Checo Pérez fue la adecuada, usted relájese y disfrute de la temporada en la que poquito a poquito aprenderemos todos, poco a poco.
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