El domingo 26 de junio de 2011 se fijó la mancha más indeseable en el aspecto deportivo de River. Aquella tarde, el equipo conducido por JJ López descendió a la B Nacional (actualmente Primera Nacional) y sufrió la etapa más dura desde su fundación.
Durante un año, el Millonario dejó de visitar los estadios más grandes de la Argentina y Sudamérica, para incursionar por el interior del país su regreso a la máxima categoría.
Fue la derrota con Belgrano la que marcó el descenso en el Monumental. Y para el técnico de ese entonces el dolor tuvo una semejanza con la pérdida de su padre.
“Después del partido no habló nadie. Nos fuimos todos al vestuario, y después a la concentración. Cada uno se fue a su cuarto y Passarella se quedó en un salón. Yo me encerré en la habitación y me puse a llorar de bronca. Era el club y la oportunidad de mi vida”, reveló el ex DT en diálogo con ESPN.
“Tuve dos momentos que lloré mucho: cuando murió mi viejo y con el descenso de River”, sorprendió JJ López; y argumentó: “Con mi mamá no me pasó, porque tenía una enfermedad crónica y le pedí a Dios que se la lleve para que no sufra más. En cambio, lo de mi viejo fue distinto, porque yo estaba jugando en la Primera de River en 1974 y fue de golpe. Con él tenía muchos proyectos con la plata que ganaba en el club. Él anotaba todos los gastos que hacía para tener todo claro. Su honestidad marcó mi educación. Y hoy mi honestidad sigue intacta”.
El ex futbolista tiene 70 años. Se formó como jugador en la entidad de Núñez, donde entre 1970 y 1981 jugó 466 partidos e hizo 84 goles. Fue parte del plantel que ganó el Metropolitano de 1975 con Ángel Labruna como entrenador de ese equipo que cortó la histórica racha de 18 años sin alegrías para el Millonario.
El de J.J. López es, sin embargo, un nombre que a River le duele porque volvió como entrenador y con él ocurrió el descenso. “No volvería al Monumental porque no quiero pasar un mal momento”, dijo hace unos años cuando le consultaron sobre la posibilidad de acercarse a la institución que lo vio nacer deportivamente.
“A veces hay caminos que uno tiene que tomar. Está en uno la decisión de tomarlos o esquivarlos. Todas las decisiones que tomé fueron a conciencia y con responsabilidad pero uno sabe que el fútbol es ingrato a veces, sobre todo para los técnicos”, explica cada vez que tiene que hablar del fracaso más grande que sufrió La Banda. Para él, “no salieron las cosas como deseábamos todos los que estábamos involucrados en mantener a River en Primera”. “Yo me hago cargo de la responsabilidad que tuve de manejar un equipo para llevarlo de la mejor manera a lograr triunfos y de salir de la situación en que estábamos, pero el fútbol es así”, repite una y otra vez.
Juan José López no teme en asegurar que desea revancha. Él es consciente de haber sido el líder de un naufragio estrepitoso. Los tiempos cambiaron. El club también. En la actualidad, es muy difícil que vuelva a tener la oportunidad de dirigir a la potencia sudamericana. Y por Núñez, son muy pocos los que preguntan por JJ.
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