Probablemente el nombre Ramón Rodríguez Verdejo le resulte poco familiar a la mayoría, pero al mencionar el apodo Monchi todo el mundo sabe que se habla del director deportivo del Sevilla. El destacado manager del continente europeo brindó una entrevista a ESPN en la que contó algunas historias referidas a su época de futbolista, en la que convivió con los argentinos Carlos Salvador Bilardo como entrenador y Diego Armando Maradona como compañero.
Monchi reveló que eran tan competidores y ganadores natos que cada vez que el equipo perdía había una crisis y que cada derrota era considerada “el fin del mundo”. Hoy, entre otras cosas, trabaja con esa filosofía heredada del propio Doctor: “El día que el Sevilla pierde no me habla ni mi mujer, ni mis hijos ni mi madre. Tardan dos días en hacerlo. Eso aprendí con Maradona, Bilardo y Simeone. El gen ganador es algo que hay que intentar transmitir siempre porque no hay nada más bonito que ganar. El fútbol es ganar, luego ganar y después ganar. Y si luego puedes jugar bien, mejor”.
Una de las anécdotas que contó el ex arquero que era suplente en aquel tiempo de Bilardo en suelo español tuvo a Maradona como protagonista principal: “Solíamos pasear mucho por la mañana en los lugares donde jugábamos y un día en La Rambla de Barcelona, antes de jugar contra Espanyol, me dice ‘qué bonito reloj tienes, ¿es un Rolex?’; y yo le digo ‘es un Trolex, porque es falso, no tengo dinero para comprarme un Rolex’. La conversación quedó ahí y a los diez días me invitó a cenar a su casa con Claudia y las niñas. Tras la cena vino con una bolsa con un Cartier y me dijo ‘toma, para que no tengas que ponerte más relojes falsos’”. Y cerró con un lamento: “Con el mundo era muy bueno; con él mismo podría haber sido mejor”.
Aunque pocos lo reconozcan, Monchi estuvo al lado de Bilardo el día en que el entrenador se desencajó porque el médico del Sevilla ingresó al campo de juego para atender a un rival. “Pisalo, pisalo”, le comentó a quien estaba sentado a su lado, en referencia al adversario de turno. Sobre ese episodio, mencionó: “Fue una imagen que en un primer momento le hizo mucho daño a Carlos pero con el tiempo dibujó lo que era, una persona que no tenía ningún trasfondo, todo el mundo entendió lo que quería decir. De hecho hoy uno de los gritos de la hinchada del Sevilla es ‘pisalo, pisalo’ cuando se lesiona un jugador contrario. No lo dicen con maldad, sino como lo dijo Carlos”.
El hoy directivo de 52 años se considera bilardista: “Tuve la fortuna, la suerte de ser jugador suyo. Mi vida profesional y personal está reinada por mucho de lo que aprendí de él. Lo considero mi maestro. Soy un seguidor al 100% de la filosofía de Carlos”. En tanto, contó que junto al preparador físico Carlos Divos y el ayudante Miguel Ángel Lemme tenían la cábala de cambiarse de lugar en el momento en que el árbitro pitaba el inicio (en ese preciso instante Monchi siempre se sentaba junto a Bilardo).
Con un cuerpo de trabajo de 12 personas que visualiza las ligas más importantes del mundo entre las que figura la argentina, Monchi está al tanto de la importancia que tiene Marcelo Gallardo a nivel local y continental: “Es un técnico exitoso, en un club grande, con un peso tan importante en Argentina y Sudamérica como River. Ganó todo lo ganable. Es un técnico que todo lo que refleja es éxito, buen trabajo y bien hacer. Poco más puedo aportar que su currículum”.
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