Es la reina de las carreras de larga duración en la que ser el más rápido no implica terminar primero. Este sábado se largarán las legendarias 24 Horas de Le Mans, la tradicional competencia francesa que cumple 100 años desde la primera de sus 91 ediciones disputadas y en la que se tejieron cientos de historias. Alcanzar la gloria conlleva correr de noche en un circuito que atraviesa rutas nacionales, rodeado de un marco histórico en el que ganar vale como un título.
La cita en Le Mans puede incluirse en un selecto grupo de carreras míticas donde hay que sumar al Gran Premio de Mónaco Fórmula 1 y las 500 Millas de Indianápolis. Son consideradas las competencias más importantes en la historia del automovilismo. Se suma el Dakar, aunque este evento también tiene presencia del motociclismo.
Vencer en Le Mans obliga a un esfuerzo fuera de lo común. Un sacrificio donde los mecánicos llegan a estar 40 horas despiertos y deben tener plena concentración en cada parada de los autos en los boxes, ya sea para los cambios de gomas, recargas de combustibles, reemplazo de pilotos y lo más importante: reparar el auto.
Hay una vieja frase que afirma que “Le Mans elige al ganador”. Es que un coche puede liderar la mayor cantidad de la competencia, pero en el final pueden surgir los problemas menos esperados como alguna falla mecánica o error conductivo luego de tantas horas, más allá de que los pilotos suelen dormir cuando no les toca su turno arriba del auto.
1. Su origen. La cita francesa empezó a gestarse en 1922 por medio de la empresa Rudge Whitworth de L’Ouest, que destinó una inversión de 100 mil francos para la promoción de la industria automotriz.
La idea inicial de una competencia de largo aliento fue de Georges Durand, fundador del club que la organizó. Les pidió a Charles Faroux y Emile Coquile que diseñaran las bases de la carrera y propusieron una de 8 horas, con 4 de noche. Jean-Marie Lelièvre, miembro del club, fue quien dijo: “¿Por qué no 24?”
El objetivo fue crear una variante a las carreras de “Grand Prix” (precuela de la Fórmula 1), donde el triunfo no sólo dependiera de la velocidad, sino además de la confiabilidad de las máquinas y la resistencia de los pilotos.
2. Circuito. Desde aquella vez se corrió en el trazado de Le Mans, capital del departamento de Sarthe (región de Países del Loira), y localidad a unos 200 km al suroeste de París. El circuito original, entre 1923 y 1928 tuvo una extensión de 17,262 km. Desde 2007 hasta ahora, la distancia es 13,629 km.
3. Su pueblo. Le Mans tiene un entorno mágico y parece un parque temático de automovilismo, con calles peatonales que lucen baldosas alusivas a los pilotos que hicieron historia, como si fuese una especie de “Salón de fama”. Además está lleno de librerías con material de la carrera u otros locales donde se pueden llevar recuerdos.
4. Una aldea motor. En 2021 volvió el público luego de las restricciones por la pandemia y se permitió un aforo de 50 mil personas, una quinta parte de la cantidad habitual en todos los años. La mayoría de la gente duerme en carpas y, más allá de la carrera, los espectadores buscan entretenerse en un parque de diversiones montado al lado del circuito. Desde el año pasado, ya con el aforo completo, hay 350 mil espectadores.
5. Triunfos argentinos. El 13 de junio de 1954, el argentino José Froilán González pasó a la historia al convertirse en el primer latinoamericano en ganar en Le Mans. Pepe compartió una Ferrari 375 Plus con el francés Maurice Trintignant. Froilán condujo 17 horas un coche al que le pusieron bolsas de arena para que tuviera más agarre.
Mientras que José María López logró vencer en su cuarto intento el 22 de agosto de 2021. Como hace dos años Pechito comparte un Toyota GR010 Hybrid con el japonés Kamui Kobayashi y el inglés Mike Conway. Este jueves Kobayashi consiguió el quinto tiempo clasificatorio y el sábado a las 11.00 hora de la Argentina largarán desde esa posición.
6. El Chueco y Poppy. Juan Manuel Fangio, participó en cuatro oportunidades (1950, 1951, 1953 y 1955) y abandonó en todas ellas. Mientras que Oscar “Poppy” Larrauri fue protagonista en los años ochenta. En 1986, el santafesino, con un Porsche 962, logró el segundo puesto en la clasificación general junto al español Jesús Pareja y el francés Joël Gouhier.
7. Punteó Lole. En 1973 fue el turno de Carlos Reutemann, que sobre una Ferrari 312 PB no tuvo suerte y abandonó junto al australiano Tim Schenken. El Lole estuvo al frente durante la décima hora de competencia, pero la rotura de una biela lo dejó con las manos vacías.
8. Tragedia de 1955. El 11 de junio de 1955 se produjo un choque múltiple que se conoció como “El desastre de Le Mans”. Murieron el piloto Pierre Levegh y 83 espectadores y es considerada la mayor tragedia de la historia del automovilismo. Sin embargo, la carrera no se suspendió, y fue ganada por Mike Hawthorn, campeón de Fórmula 1 en 1958.
9. El día que voló un auto. En 1999, el escocés Peter Dumbreck sufrió un accidente espeluznante, pero pudo contarla. En el sector más rápido su Mercedes-Benz CLR abandonó el asfalto, se elevó y luego de tres vueltas de campana por los aires y aterrizó en una zona que por suerte no estaba arbolada.
“Pude ver el cielo y pensé: ‘Ya sé lo que viene ahora”, rememoró el británico. “Después no guardo ningún recuerdo hasta que me desperté en la ambulancia”, agregó.
10. Solitario. En las 24 Horas de 1950, Eddie Hall tenía un piloto de reserva, Tom Clarke, pero su intención era correr sin él. Dio 236 vueltas, más de 3.200 km, se clasificó octavo y fue el único piloto que completó toda la prueba en soledad.
11. Largada. Tradicionalmente, los pilotos corrían hacia su auto en la grilla de la carrera, algo peligroso porque no les daba tiempo a ajustarse el cinturón de seguridad. Como protesta, en la edición de 1969, el belga Jacky Ickx fue caminando, en vez de correr. Ganó la carrera y, el año siguiente, ya se dio la partida con los pilotos en el auto.
12. Cambios de fecha. De forma tradicional se disputa el segundo sábado de junio porque es la noche más corta del año. Tuvo cambios de fecha como en 1968 por la crisis interna por las manifestaciones del “Mayo Francés”. También en 2020 y 2021, por la pandemia de COVID-19. Desde su creación, sólo se canceló en 10 ocasiones (1936 y periodo entre 1940-1948).
13. Festejo de champán. En 1967, Moët et Chandon le entregó una botella de champán a los ganadores, incluyendo a Dan Gurney, quien recordó: “Subimos a la plataforma (el podio) y alguien me dio una botella gigante de champán. Fue un logro enorme, después de muchos intentos. En siete ocasiones ni siquiera terminé la carrera y pensé, vamos a hacer algo…”
Al parecer el año anterior alguien había dejado las botellas al sol y cuando el corredor Jo Siffert fue a buscar la suya el corcho voló y regó la bebida por todas partes. La gran diferencia es que Gurney sacudió su Chandon y puso el dedo para crear la lluvia. Ahí nació la tradición de mojar al otro competidor en el podio.
14. Llegó al cine. Las 24 horas de Le Mans fueron el escenario de la película de 1971, titulada Le Mans, producida y protagonizada por Steve McQueen, que manejó un Porsche 917. El film es considerado un clásico aún apreciado por muchos aficionados al motor. Fue rodada en el circuito durante la edición de 1970 utilizando vehículos reales que compitieron el mismo día, como el Porsche 917, el Ferrari 512 y el Lola T70.
15. La vendetta de Ford. Henry Ford II en un minuto quiso comprarle su fábrica a Enzo Ferrari. El Commendatore se negó, y de forma poco diplomática. Ofendido, el hijo de Henry Ford se propuso derrotar a los italianos donde más les doliera, o sea, en carrera. Su deseo se cumplió en los años 60, con el GT40, deportivo que barrió a la Scuderia, ganando Le Mans cuatro veces de forma consecutiva, de 1966 a 1969. Esta historia inspiró otra película, Ford vs. Ferrari (2019).
16. La joya de Goyo. Uno de esos Ford GT 40 que corrieron en aquellos años en Le Mans está en la Argentina. Es propiedad del empresario Gregorio Pérez Companc. En la exposición Autoclásica de 2009, la joya salió a la luz y fue una de las atracciones del evento.
17. Celebridades. También corrieron en Le Sarthe otras estrellas de Hollywood como Paul Newmann, que fue segundo en 1979 con un Porsche 935 y Patrick Dempsey (2009, 2013 y 2014). Además, el arquero campeón mundial con Francia en 1998, Fabien Barthez (2014); y el baterista de Pink Floyd, Nick Mason (1979, 1980, 1982 y 1984).
18. La increíble hazaña de Louis Rosier. La leyenda cuenta que en 1950, Louis Rosier manejó 23 horas y media de forma seguida, pero algo que nadie duda es su tenacidad para ganar tras superar varias adversidades: avería mecánica que le costó la pérdida de sus siete vueltas de ventaja, la colisión con un búho y el parabrisas roto…
19. ¿Ganaron ebrios? Aunque nunca se comprobó oficialmente, es una de las historias más anecdóticas. En 1953, Tony Rolt y Duncan Hamilton, pilotos de Jaguar, fueron descalificados en los entrenamientos por una repetición en los números del auto. Ambos, molestos, se dirigieron a un bar y comenzaron a beber. Sin embargo, tras gestiones, el equipo fue readmitido, aunque los pilotos estaban borrachos, por lo que se tomaron varias tazas de café y se dieron frías duchas. Clasificaron y al día siguiente ganaron la carrera. Años después, el manager negó la historia diciendo que jamás les hubiera permitido correr ebrios y que ya era complicado trabajar con ellos cuando estaban sobrios…
20. Triple Corona. Solo Graham Hill consiguió la “Triple Corona del Automovilismo” (no es un trofeo, sí un título honorífico), producto de sus triunfos en las 24 Horas de Le Mans, las 500 Millas Indianápolis y el GP de Mónaco de F1. Quienes hoy pueden igualarlo son el español Fernando Alonso, que le falta festejar en Indianápolis y el colombiano Juan Pablo Montoya, que adeuda su éxito en Le Mans.
21. Reyes de Le Mans. La marca alemana Porsche venció en 19 ocasiones. Y el piloto más ganador es el danés Tom Kristensen, con 9. La primera fue en 1997, el primer año que participó y en el que entró en el equipo a última hora para reemplazar al corredor lesionado Davy Jones. El piloto escandinavo corrió con cuatro marcas y ganó con tres.
22. Una recta de seis kilómetros. Hay circuitos de F1 que hoy promedian los cinco kilómetros y Le Mans llegó a tener una recta de seis km. “Ligne Droite des Hunaudières” hasta 1990, era una recta ininterrumpida de la ruta nacional N138, entre Mulsanne y Arnage, con una curva amplia llamada Indianápolis. Luego se colocaron tres chicanas para limitar la velocidad máxima en ese punto.
23. A 400 km/h. Antes de que se colocaran las chicanas, la velocidad más alta alcanzada en Hunaudières fue de 407 km/h. La logró Roger Dorchy con el WM P88-Peugeot, en 1988. Actualmente, con las chicanas, la velocidad máxima difícilmente supere los 340 km/h.
24. Profeta en su tierra. Jean Rondeau es el único piloto que triunfó en este evento (1980) con un coche que lleva su nombre (Rondeau M379B). También es el único ganador de Le Mans que nació en esa localidad gala.
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