En el último partido antes del Mundial de Qatar, el PSG goleó 5-0 al Auxerre y mantuvo una amplia diferencia (cinco unidades sobre Lens, el escolta) en la cima de la Ligue 1. Lionel Messi no tuvo descanso tras superar una inflamación en el tendón de Aquiles: jugó 74 minutos, ofreció destellos de su talento -un lujo en el primer gol, un tiro en el palo) y luego lo reemplazó Pedro Sarabia, consiguiendo así llegar sin problemas físicos a la gran cita del fútbol, que comenzará el 20 de noviembre. Neymar, por su parte, dejó el campo de juego en la misma ventana de modificaciones (su lugar lo tomó Ekitike). Tras el cotejo, ambos pudieron enfocarse en sus selecciones, la de Argentina y la de Brasil, candidatas a quedarse con la corona en Asia.
Sin embargo, una imagen de las estrellas abrió el debate en las redes. Fue la influencer Ross San Rey la encargada de viralizar un fragmento del encuentro. En el mismo se puede ver a la Pulga y a Ney en el banco de relevos. Allí, el brasileño se pone de pie, le habla al rosarino, ambos descienden por los escalones y sostienen un diálogo con el entrenador Christophe Galtier, que parece aprobar su pedido. Acto seguido, con el duelo todavía en disputa, se marchan hacia los vestuarios.
“El partido no se había acabado pero ellos deciden que es muy aburrido, hablan con el técnico y se van, les recuerdo que son sus compañeros los que están en el campo. ¿Han hablado de esto en algún programa? Esto lo hace Cristiano Ronaldo y no se para de hablar de ello”, azuzó la usuaria de Twitter, que se define como “apasionada” del postugués y del Real Madrid.
Su planteo se dio luego de que el Bicho, de 37 años, hiciera estallar por los aires la interna en el Manchester United en una entrevista, en la que declaró sentirse “traicionado” y en la que criticó duramente al entrenador Erik ten Hag, al que desairó en dos oportunidades: en una, yéndose del estadio durante un amistoso en pleno desarrollo. En otra, negándose a ingresar en el epílogo de un partido ante Tottenham y dirigiéndose a camerinos frente a todas las cámaras de TV.
He ahí la principal diferencia: mientras Cristiano lo hizo para mostrarle al mundo su descontento con el orientador, Messi y Neymar pidieron permiso, que les fue concedido. La escena se dio en el umbral de un viaje urgente de ambos para sumarse a sus selecciones. Y después de haber cumplido con su deber con el PSG. Ronaldo, en cambio, se ausentó los últimos dos compromisos de los Diablos Rojos por “enfermedad”, según la versión oficial. Aunque a juzgar por el ruido que hicieron sus palabras, la versión formal quedó bajo sospecha.
“Hola Ross entiendo, pero ellos ya habían jugado y cumplieron en la cancha. Faltaban pocos minutos y hablaron con el entrenador. No veo porque hacer drama del tema. Saludos”, le respondió el seguidor John Eric Gómez. “Tiene razón ella. Que falta tan tremenda de apoyo. El juego estaba muy apretado apenas la diferencia era de 5 goles”, ironizó el usuario Edwin Mazariegos.
“Ah, no pero si era Cristiano, ‘no es profesional, él no se queda a que termine el partido, no es solidario con sus compañeros’”, respaldó su postura otro fan de CR7. Lo concreto es que la rivalidad entre los sudamericanos y el luso se traduce hasta en esta actitud. Y se trasladará a Qatar, donde los tres buscarán su primera Copa del Mundo.
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