Minuto 55 de la final del Mundial 2014. Gonzalo Higuaín pisa el área por el sector derecho y el arquero de Alemania, Manuel Neuer, rompe con el puño, golpea pelota y cuerpo. El árbitro italiano Nicola Rizzoli, influido porque ya había dirigido dos veces a Argentina en la Copa del Mundo de Brasil (triunfos 3-2 ante Nigeria y 1-0 frente a Bélgica), hizo que continuara la jugada. Vale recordar que en aquella competencia todavía no se había instaurado el VAR.
Este cuestionario es el protocolo que asiste al juez en a la hora de tomar la decisión. ¿Quién inicia el contacto en forma peligrosa? ¿Defensor o atacante? ¿Qué parte del cuerpo utiliza? ¿Puede dañar el físico del adversario? ¿Qué parte del cuerpo golpea? ¿Implica mayor o menor riesgo? ¿Hay riesgo de lesión? ¿Quién la puede provocar, el defensor o el atacante? Distancia + Velocidad + Fuerza= contacto físico, provocando un riesgo.
Siguiendo el protocolo, no se puede tener dudas: Manuel Neuer inició el contacto, haciéndole correr riesgo físico a Higuaín. La temeridad por la distancia, la velocidad que le imprimió a la acción sin ningún tipo de preocupación y la fuerza con la que llegó, pudieron provocar una lesión. Era falta del alemán, no de Higuaín, como terminó sancionando.
La regla dice que “se penalizará con un tiro libre directo o un tiro penal”. Y por ser una jugada “temeraria”, dado que no tiene en cuenta el riesgo o las consecuencias para un adversario, debe ser amonestado. Pero el penal no fue marcado. Y Argentina cayó 1-0 en tiempo suplementario, gracias al gol de Mario Götze.
Un año después, tuve la oportunidad de conversar con Nicola Rizzoli. Allí me reiteró que no había cobrado penal porque consideró que el arquero llegó primero al balón. Sí me confió que, luego de haber observado el video, advirtió que Higuaín no cometió falta. Le indiqué que se trataba de un error conceptual, pero continuó con su prédica.
Tras la polémica de la final, FIFA informó que iba a “estudiar las imágenes”, pero nunca dio un veredicto formal. Y la jugada, para la entidad que rige el fútbol mundial, “desapareció”. ¿Por qué? En las capacitaciones o reuniones arbitrales, nunca incluyó un video de la acción a modo de ejemplo para profundizar en las jugadas donde la temeridad debe ser penada. Claro que en la memoria de los fanáticos argentinos, a 5 años de esa definición, todavía produce frustración. Y sensación de injusticia.
“Yo creo que es penal. El arquero me pega un rodillazo antes y después toca la pelota, eso a mí me inhabilita a llegar a la pelota. Pongamos el caso contrario: voy con la rodilla así a Neuer y la toco antes con la cabeza, ¿qué cobran?”, planteó el propio Higuaín años más tarde en TyC Sports. “Yo pensé que me había roto todo el pómulo. En ningún momento miro al arquero, él siempre me mira a mí. Él viene hacia mí, yo no voy hacia él. En ningún momento sé dónde está él. No me deja saltar y me saca la pelota. Claro que me sacó la pelota, si ya estaba en el piso. No competimos en igualdad”, sentenció.
“Yo quiero ver si el arquero no me mete el rodillazo y yo podía saltar, cómo terminaba la jugada. Por ahí cabeceaba yo primero la pelota, me pegaba una piña en la cabeza y cobraban penal. Él al darme el rodillazo me inhabilita, una vez que me inhabilitó a saltar la sacó con los puños”, brindó su punto de vista.
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