La odisea del español fanático del fútbol Santiago Sánchez Cogedor, quien planeaba llegar al Mundial de Qatar caminando, quedó trunca en Irán, donde se confirmó que se encuentra detenido en una cárcel de Teherán.
El viaje, que el aventurero oriundo de Madrid había iniciado con ilusión y fines solidarios el 8 de enero desde la ciudad española Alcalá de Henares con destino final al país del golfo, terminó siendo una pesadilla, aunque la información más reciente sobre su paradero traiga algo de alivio a sus familiares que lo estaban buscando desde el 2 de octubre.
”El Ministerio de Asuntos Exteriores nos ha confirmado que está preso en Irán y que está bien de salud”, declaró Celia Cogedor, madre del hombre de 40 años, a la cadena Trece de España. El embajador español en Teherán “está haciendo los trámites” para “pedir autorización a las autoridades iraníes y así para poder ir a visitarlo”, agregó la preocupada mujer, sin dar detalles de dónde se encontraría y qué cargos pesan en su contra.
El máximo temor de su familia era que Sánchez Cogedor no estuviera con vida, ya que no hubo más noticias sobre su estado desde su última publicación el 1 de octubre en Instagram. En la red social, Santiago iba relatando su periplo con imágenes y su más reciente información daba cuenta que estaba en un pueblo del norte de Irak y que estaba a punto de entrar a Irán.
Luego, les dijo a sus padres, en un mensaje de voz difundido por una televisión, que iría primero a Teherán y luego al puerto de Bandar Abbás, en el estrecho de Ormuz, para tomar un barco rumbo a Qatar y así llegar a tiempo para el comienzo de la Copa del Mundo que da inicio el 20 de noviembre.
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Su último mensaje de voz daba cuenta que la situación en el país de Medio Oriente estaba bastante caldeada por asuntos políticos y sociales. “Esto está caliente, pero todo bien”. La conjetura que sacaron sus amigos y familiares es que Santiago se refería a las protestas de las mujeres iraníes contra el Gobierno.
En ese contexto, Irán enfrenta una ola de protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años, tres días después de haber sido detenida por la policía de la moral por la presunta infracción del drástico código de vestimenta impuesto a las mujeres.
Con información de AFP
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