Casi ocho meses han pasado desde que el fútbol mexicano atravesó uno de los momentos más drásticos en su historia con la pelea campal que se desató en el Estadio Corregidora en marzo pasado. Aún así, las consecuencias de aquellos hechos violentos ocurridos en la jornada 9 del torneo Clausura 2022 se mantienen en la agenda de temas por resolver ya que el gobernador de Querétaro busca que las sanciones vigentes sean reducidas.
De acuerdo con el panista Mauricio Kuri, su administración ya se ha puesto en contacto con el presidente de la Liga MX para entablar charlas en las que se negocie un acortamiento al veto que rige sobre el estadio donde hacen de local los Gallos Blancos. El funcionario tiene como intención que la afición vuelva a las tribunas del recinto para el inicio del próximo Clausura 2023 (enero en lugar de marzo).
“Hablé con Mikel Arriola, el castigo fue de un año y terminaría el cinco de marzo, pero estamos viendo que sea en enero. Es voluntad totalmente de la FMF”, comentó el mandatario y aseguró que el equipo contará con todo el respaldo de su gobierno para que esto suceda: “Buscamos bajar el tiempo de la sanción para que sea en enero, por supuesto apoyando al equipo en todo lo que se pueda en temas de seguridad”.
Además, agregó que también existen comunicación con la directiva del conjunto queretano para coordinar acciones a proponer para poder llevar a cabo la reapertura del estadio. Entre las medidas que se tomarían, según comentó Kuri, es no permitir el ingreso de grupos de animación -porras y/o barras- visitantes (como ya está establecido en el reglamento de la Liga), pero tampoco la local.
“Tuve con el dueño de Gallos, bueno con el director (...) Hemos demostrado en Querétaro que tenemos la capacidad para poder hacer eventos de alta magnitud, como los eventos que hubo el fin de semana. Es decir, tenemos la posibilidad de darle la tranquilidad a la gente y ojalá que nos pueda apoyar la federación, la gente vendrá al estadio, claro que sin el acceso a la barra”, explicó.
Los hechos ocurridos aquella tarde del cinco de marzo en la capital de Querétaro fue de tal magnitud que además de las respectivas consecuencias deportivas, se abrieron decenas de carpetas de investigación por parte de la Fiscalía del estado y abordado por autoridades federales. Incluso, el propio presidente López Obrador y la secretaria de Seguridad Rosa Icela Rodríguez abordaron el tema más de una vez en las habitual conferencias mañaneras.
A pesar de las grotescas e impactantes imágenes que surgieron y circularon de la pelea entre aficionados, no se registraron víctimas mortales de forma casi milagrosa. De acuerdo con el propio presidente de la Liga MX y tras los análisis posteriores, uno de los hechos que determinó el desenlace de la situación es que no se siguieron ni implementaron los protocolos de seguridad de manera correcta.
Cómo inició la campal
Alrededor del minuto 61 del encuentro de la jornada 9 del Clausura 2022, en una de las cabeceras del estadio comenzó un altercado entre miembros de los grupos de animación de Querétaro y Atlas. La violencia se propagó por el resto del recinto debido a que los aficionados burlaron las vallas de seguridad que separaban las secciones.
Tras ello, el Comisario del partido autorizó la entrada de familias al terreno de juego para salvaguardar su integridad, pero los cuerpos policiacos presentes poco pudieron hacer para contener a los barristas, quienes se extendieron hacia diversos puntos del estadio donde continuaron el conflicto.
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