El tenista francés Corentin Moutet (65° del Ranking ATP), de 23 años, se convirtió en un personaje muy especial del circuito internacional por su zurda prodigiosa, pero también por actitudes reprochables que el público le remarcó en varias oportunidades. Este miércoles un gesto suyo volvió a dar la vuelta al mundo y fue en el partido de la primera ronda en el ATP 250 de Nápoles frente al local Luca Nardi (130°), de 19 años. El galo tuvo una reacción que otra vez generó controversia y rozó la delgada línea entre un recurso técnico o la arrogancia.
Luego de caer en el primer set por 7-6 (9-7), Moutet y su rival disputaron un duro segundo parcial y llegaron a la definición en el tie-break. En esa instancia, el parisino, que quedó complicado para revertir el resultado, se vio presionado ya que si no se quedaba con el desempate, quedaba eliminado. Fue ahí cuando concretó un punto que sorprendió a todos y ameritó algunos aplausos, pero también silbidos de los presentes en el Tennis Club Napoli.
El saque fue para Moutet en el tie-break y luego de un ida vuelta, Nardi quedó mal parado contra su revés y el francés dispuso de la devolución, parado cerca de la red. En ese momento amagó con tirársela de smash, aunque desconcertó al italiano y al público con su truco, para luego darle un toque suave y ganar el punto.
Es cierto que Moutet tuvo tiempo para su jugada, pero si bien al comienzo recibió algunos aplausos, la reprobación de la gente fue inmediata. Podría haber definido el punto sin llegar a ese recurso y evitar así dejar mal parado a su oponente, que a su vez contó con el apoyo de toda su gente.
El clima con el público se le complicó al francés ya que terminó ganando el encuentro por 6-7 (7-9), 7-6 (7-3) y 6-2, en tres horas y media de juego y consiguió el pase a los octavos de final, instancia en la que chocará con el serbio Miomir Kecmanovic (30°).
En este torneo el argentino Sebastian Baez, (37°), cabeza de serie número 6, venció por 7-5 y 7(7)-6(3) en dos horas y diecisiete minutos al italiano Lorenzo Sonego (50°). Con su triunfo dejó atrás una serie adversa de más de tres meses en los que sufrió 11 derrotas en fila y tuvo algunas lesiones que le impidieron jugar otros torneos.
En tanto que Moutet tiene antecedentes de situaciones polémicas y la más reciente fue a fines de septiembre en los octavos de final del Challenger Open d’Orleans, en Francia, donde reaccionó ante un saludo brusco del búlgaro Adrien Andreev. Hubo Pechazos, golpes y raquetazos entre ellos.
Tiempo atrás, Moutet ya había protagonizado una doble discusión en un partido con Stefanos Tsitsipas, y luego del encuentro cargó contra el padre del griego. “Stefanos es un buen tipo, pero el papá es un estúpido. Muchos en el circuito lo piensan. Me molesta mucho porque estuvo hablando en cada punto de todos mis games de saque”. Aquella discusión fue por una supuesta estratagema del papá del heleno, quien habría movido su muñeca para molestar con el reflejo del sol de reloj al francés.
Otro episodio fue en el torneo de Acapulco, cuando estuvo cerca de romper la red con la raqueta. Su llamativa reacción le valió una ola de críticas en las redes sociales y en ese momento adoptó una drástica decisión y anunció: “Recibí muchos insultos y por eso me retiro de Twitter”.
También tuvo un antecedente en la Argentina cuando en febrero de 2020, en Córdoba, Moutet se cruzó con Guido Pella. El bahiense, después del partido, sentenció: “Moutet es un gran jugador, pero es un maleducado. Le faltó el respeto al público y a mí. Las otras veces que lo enfrenté siempre hizo lo mismo. Saludo bien a mis oponentes, los felicito siempre por el esfuerzo que hacen, pero en este caso fue un maleducado con todos. Gritó por lo menos 20 pelotas de errores míos de un modo desaforado”.
Meses más tarde, en una exhibición organizada por el entrenador francés Patrick Mouratoglou en una academia en el Sur de su país para que los tenistas pudieran regresar a la acción en medio de la pandemia de COVID-19, Moutet pateó a la raqueta y la tiró hacia las gradas, donde por los protocolos no hubo público y caso contrario podría haber golpeado a alguien. Después le pegó a las lonas del fondo de la cancha.
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