El pasaporte de la leyenda del fútbol iraní Ali Daei, segundo máximo goleador de la historia del fútbol de selecciones, fue confiscado después de que el jugador denunciase la “violencia” de las autoridades y la “represión” contra las manifestaciones que sacuden su país desde mediados de septiembre, indicaron este lunes medios locales.
La confiscación del pasaporte de Ali Daei, que vive en Irán, “se debe a que escribió en Instagram reaccionando a la muerte de Mahsa Amini”, anunció el periódico reformista Hammihan.
Irán es escenario de manifestaciones desde que esta kurda iraní de 22 años falleciese el 16 de septiembre, arrestada por no haber respetado el estricto código de vestir femenino de la República Islámica.
Decenas de personas, principalmente opositores al poder, pero también miembros de las fuerzas de seguridad, resultaron muertas desde esa fecha en manifestaciones que fueron calificadas de “disturbios” por las autoridades, mientras que otros centenares fueron detenidas.
El 27 de septiembre, Ali Daei, apodado Shahriar (“rey” en persa), había instado a las autoridades a “solucionar los problemas del pueblo iraní en lugar recurrir a la represión, a la violencia y a las detenciones”.
Ali Daei era el máximo goleador de la historia del fútbol internacional masculino hasta que en septiembre de 2021 el portugués Cristiano Ronaldo se hiciera con ese honor. Es también el primer jugador iraní en haber jugado en Europa, en el Arminia Bielefeld alemán, antes de fichar por el Bayern de Múnich, y después por el Hertha Berlín.
En Twitter, el Hertha lamentó el domingo que su antiguo jugador, de 52 años, “no esté autorizado a abandonar el país porque se pronunció a favor de los derechos de las mujeres”.
“Ali dio toda su vida por levantar la bandera de Irán, él ama al país y a su pueblo y siempre dice la verdad. Lo que le ha ocurrido a Ali es lamentable”, afirmó el domingo su hermano Mohammad al portal deportivo iraní Varzesh3.
Varios deportistas iraníes así como actores y cineastas apoyaron el movimiento de protesta, pidiendo a las autoridades que escuchasen las reivindicaciones de los manifestantes.
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(AFP)