Jorge Sampaoli fue presentado como nuevo entrenador del Sevilla para lo que resta de esta temporada y hasta junio de 2024, en sustitución de Julen Lopetegui, destituido el miércoles luego de perder por 4-1 en la Champions League contra el Borussia Dortmund.
Con el equipo con apenas siete puntos en cinco partidos en la Liga, el técnico argentino sabe que para cambiar la cara necesita mucho más que solo su presencia y por eso, según el sitio Fichajes.net, ya habría pedido en una reunión con los dirigentes la llegada de tres futbolistas, dos de ellos argentinos.
Los apuntados serían Lucas Martínez Quarta y Lucas Ocampos. Al ex defensor de River Plate lo busca para reforzar una zaga central diezmada por las salidas de Diego Carlos y Koundé, pero la Fiorentina no lo soltará por menos de USD 20 millones. Por su parte, el extremo que supo ser una fija en la selección argentina al comienzo del ciclo de Lionel Scaloni se marchó justamente esta temporada del club español rumbo al Ájax, por lo que parece más difícil que haya negociaciones por él.
El otro nombre que se habría barajado es el de Gabriel Barbosa. Gabigol ha estado muchas veces cerca de abandonar Flamengo, pero nunca lo hizo y el técnico argentino lo quiere para que sea su referencia de área.
Sampaoli iniciará así su segundo ciclo en el banquillo sevillista, equipo al que ya entrenó en la 2016-17 y del que, tras acabar cuarto en La Liga, se desvinculó para hacerse cargo de la selección argentina. En su segunda etapa, el técnico de Casilda, Provincia de Santa Fe, que en los últimos años dirigió además al Atlético Mineiro, al Santos y al Olympique de Marsella, llega con un cuerpo técnico formado por Jorge Desio (segundo entrenador), hermano del exjugador del Alavés; Diogo Meschine (ayudante y analista); y Pablo Fernández (preparador físico).
En sus primeras palabras tras su regreso, declaró: “Lo importante es que en los nuevos ciclos se generan nuevas ilusiones, un montón de expectativas y que todo está relacionado con el juego. Más allá de cómo nos podemos conectar entre una persona que proyecta y otra que ejecuta es con el juego. Esto es un juego y hay que intentar jugar mejor”.
Con respecto al juego del equipo que planea, agregó: “No hay diferentes factores, que para mi gusto haya que separar defensa/ataque. Para mí hay una globalidad. El juego es global y a partir del juego pasan un montón de cosas y de ahí hay que empezar a jugar mejor. Si jugamos mejor seremos seguramente mejores en una actividad que nosotros naturalmente por la etapa en la que crecimos con la pelota será mucho más fácil. Y ahí seguramente habrá puntos de encuentro y facilidades para interpretar el juego. Que a veces es fácil, pero es bastante complejo. Así que ya lo desarrollaremos con tiempo”.
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