Manchester United fue goleado 6-3 por el City en el clásico disputado el fin de semana y pese a que ante semejante resultado cualquier podría pensar que el entrenador Erik ten Hag no pudo rescatar aspectos positivos de su equipo dentro del campo, sí pudo observar algo interesante que ocurrió en el entretiempo, cuando el duelo ya estaba 4-0 en favor de los locales.
Es que según ha publicado el diario The Sun, fueron varios los colaboradores y empleados del Manchester City los que escucharon fuertes gritos provenientes del vestuario de los Red Devils cuando durante el descanso. Una de las voces que oyeron con claridad fue la del argentino Lisandro Martínez, quien adoptó una actitud de líder, sorprendente para alguien de su edad y trayectoria.
El zaguero surgido de Newell’s Old Boys de Rosario fue, junto con el portugués Bruno Fernandes, el que se paró en el vestuario para gritarle a sus compañeros y reprocharles por la actitud de esa primera mitad en la que el equipo recibió cuatro goles y provocó que muchos de sus aficionados incluso se fueran del estadio cuando aún restaban los segundos 45 minutos.
El portal británico reveló que el entrenador Ten Hag, quien conoce a Martínez de su paso por el Ajax, dejó que ambos futbolistas se expresaran y tomaran ese rol en un plantel en donde hay figuras como Cristiano Ronaldo o David De Gea. Lo sorprendente es que el defensor argentino, quien llegó esta temporada al club inglés, haya sido uno de los que protagonizó este momento. Sin dudas, eso expone la característica de líder que lleva consigo.
Lo de Fernandes sí es más lógico, ya que él fue el capitán del conjunto rojo. Incluso, después de la derrota que finalmente fue 6-3 habló con la prensa y asumió la responsabilidad: “La actitud desde el principio no fue la mejor y eso nos causó muchos problemas y nos hizo recibir goles temprano. Después hay que remontar el resultado y la segunda mitad fue mucho mejor. Mantuvimos más el control, controlamos más el juego. Siempre que tenemos el balón somos más valientes. Estamos realmente decepcionados, pero ahora es el momento de concentrarnos en el próximo juego y entender que tenemos que volver a las actuaciones que hicimos antes, en la creencia y todo, en el principio de unión, y entender que esto no puede deprimirnos”.
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