Este sábado en Indonesia sucedió una de las tragedias más graves de la historia del fútbol después de que se confirmara que son al menos 127 las personas que murieron luego de los incidentes ocurridos al término del clásico entre Arema FC y el Persebaya Surabaya. Mientras el ojo está puesto sobre el club local y la actuación de la seguridad, el responsable de la Policía brindó una conferencia de prensa en la que dejó en claro su postura.
Después de dar la cifra, que incluye a 180 heridos que ya se fueron derivados a tres hospitales de la zona, el Jefe de la Policía Regional de Java Oriental (Kapolda), Inspector General Nico Afinta, explicó que los agentes no tenían más opción que actuar como lo hicieron: “Las fuerzas de seguridad se vieron obligadas a disparar gases lacrimógenos”, sostuvo desde el Cuartel General de la Policía de Malang Resort (Polres), el domingo.
Si bien se lamentó por la cantidad de decesos, afirmó: “Si los fanáticos hubieran obedecido las reglas, este incidente no habría ocurrido. Esperemos que este tipo de incidente no vuelva a suceder”. A su vez, aprovechó para aclarar que no fue la totalidad de la parcialidad local la que saltó de las gradas al terreno de juego: “Solo algunos de ellos salieron al campo. Unos 3.000 simpatizantes”.
Cabe aclarar que en las imágenes viralizadas en las redes sociales se ve claramente cómo cientos de aficionados corren al campo de juego después de que su equipo perdiera 3-2 el clásico en condición de local, algo que no sucedía hacía 23 años. Fue ante este escenario de caos y “anarquía”, según lo describió Nico Afinta, que los agentes respondieron con gases lacrimógenos.
Ante esa situación se generó una estampida y muchas de las víctimas murieron pisoteadas, según informes de diarios locales. Afinta señaló que los fanáticos “en un punto se dirigieron a la salida, pero se hizo un congestionamiento y en el proceso de acumulación quedaron sin aire”.
Por su parte, el Ministro Coordinador de Asuntos Políticos, Legales y de Seguridad, Menko Polhukam Mahfud, dejó en claro que esto no se trató de una pelea entre simpatizantes de dos equipos, sino que fue debido al mal comportamiento de los locales: “Las víctimas en general fallecieron por la estampida, se apretaron y fueron pisoteadas, además de falta de aire. No hubo víctimas de golpes o malos tratos entre simpatizantes”.
En este sentido, agregó: “El gobierno ha realizado mejoras en la implementación de los partidos de fútbol de vez en cuando y continuará mejorándolo. Pero este deporte, que es el favorito de la comunidad en general, a menudo provoca que los seguidores expresen emociones repentinamente”.
A su vez, el gobierno indonesio se disculpó por el incidente y prometió investigar las circunstancias del hecho. “Lamentamos este incidente (...) Es un hecho lamentable que ‘lesiona’ a nuestro fútbol en momentos que los hinchas pueden ir al estadio a ver los partidos de fútbol”, declaró el ministro indonesio de Deporte y Juventud, Zainudin Amali, a la radio Kompas. “Evaluamos rigurosamente la organización del partido y la presencia de aficionados. ¿Volveremos a prohibir la presencia de afición en los partidos? Eso es lo que discutiremos”, agregó.
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