El estadio se encendió con el ingreso de Lionel Messi por Lautaro a los 56 minutos. El astro argentino cambió totalmente la dinámica del partido y, en un duelo que parecía estancado, desplegó su magia y convirtió un doblete en poco más de media hora en cancha para decretar la goleada por 3-0 ante Jamaica.
Con el triunfo, los dirigidos por Lionel Scaloni profundizaron su impactante récord de imbatibilidad a 35 partidos, sin embargo, en lo personal, la victoria también le sirvió a Lionel Messi para alcanzar una marca que ya lo sitúa dentro de un “exclusivo club”
Tras festejar por partida doble con un remate de larga distancia y una magnífica ejecución de tiro libre, el rosarino se transformó en el quinto futbolista en alcanzar las 100 victorias en la historia de las selecciones, una cifra a la que pocos jugadores pudieron llegar.
Este selecto grupo está encabezado por su actual compañero en el PSG Sergio Ramos con 131 triunfos en 180 partidos. En el segundo escalón se ubica el histórico arquero español Iker Casillas con 121 en 167 duelos, mientras que el portugués Cristiano Ronaldo cierra el podio con 112 en 189.
Por delante de Lionel Messi, que alcanzó las 100 victorias en 164 partidos jugados, se ubica el mexicano Andrés Guardado, que tras formar parte del equipo que cayó frente a Colombia (2-3) se quedó con 101 triunfos en 178 duelos.
Al mismo tiempo, el capitán argentino también llegó a los 90 goles con la camiseta albiceleste (además de 49 asistencias) y se metió en el podio de los mayores goleadores históricos a nivel de selecciones superando al malasio Mokhtar Dahari (89 en 142 partidos). Una tabla que lidera CR7 con 117 conquistas por delante del iraní Ali Daei con 109.
Más allá de algún ligero bajón en un tramo de la segunda mitad por los numerosos cambios, Argentina no tuvo problemas para sumar otro éxito en la preparación, con algunas variantes interesantes, pero siempre afirmada en la magia de Messi, decisivo en apenas un rato, con dos goles para agigantar su cuenta como máximo artillero histórico albiceleste.
A pesar del poco tiempo que estuvo en cancha, el astro argentino generó tanta atracción que el encuentro debió ser interrumpido en tres ocasiones por los fanáticos que invadieron la cancha para conseguir un abrazo o una firma suya, y una vez más, el capitán albiceleste no defraudó y brilló.
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