Hay partido. En un sábado plagado de emociones el equipo Internacional reaccionó, y si bien esta todavía lejos en el marcador, la sensación que quedó flotando cuando caía la tarde en Quail Hollow es que todavía se puede. “Estamos esperanzados”, dijo el capitán Trevor Immelman en la sala de prensa luego de realizar el sorteo de los partidos del domingo. No era para menos luego del final electrizante que tuvieron sus jugadores.
Ayer hablábamos de las dos cosas más importantes que hay que hacer en match play: arrancar bien los primeros hoyos y embocar putts. Nada de eso sucedió para los visitantes en el comienzo de los matches de la mañana. Tanto que al cabo de los primeros 9 hoyos Estados Unidos iba al frente en los cuatro partidos de golpes alternados. Había olor a paliza, pero llego la reacción del duo Matsuyama/Scott que ganaron 5 hoyos en forma consecutiva del 9 al 13 y terminaron ganando su partido. La otra remontada estuvo a cargo de los coreanos K.H Lee y Tom Kim, este último la estrella del equipo. A fuerza de embocar putts y de festejar como solo lo puede hacer un chico de 20 años, dieron vuelta su match para derrotar a Scheffler y Burns. El empate en la sesión de la mañana tuvo sabor a triunfo y salieron entusiasmados para la tarde, pero otra vez el comienzo fue malo.
Tres de los cuatro matches estaban en favor de los americanos y uno de ellos terminó de esa manera. La pareja de Justin Thomas y Jordan Spieth estuvo intratable y ganaron todos los partidos que disputaron. El colombiano Muñoz y Sungjae Im dieron otra exhibición como la de ayer (en 34 hoyos jugados van 18 bajo par) y vencieron con autoridad a Finau y Kisner, pero los otros dos partidos estaban complicados. Los dos Kim perdían por 1 llegando al 16 y allí Se Woo Kim logró el birdie para igualar el match. Empataron el 17 y en el 18 la joven estrella Tom Kim mostró todo su talento. No es un pegador largo y en el par 4 final le quedaban 240 yardas para su segundo golpe. Ejecutó un hierro 2 perfecto que depositó la pelota a 3 metros del hoyo. Luego que sus rivales solo consiguieran el par y con la tranquilidad de un veterano, Kim embocó el putt para ganar el match. “Era lo que mas quería en el mundo: tener el putt para ganar el partido y embocarlo”, dijo el joven al terminar. El último match también estaba en favor de los americanos al tee del 16, pero allí apareció un jugador que había tenido una muy mala semana hasta ese momento. Cam Davis había jugado muy mal y Adam Scott había llevado el peso del match, pero en el momento justo apareció este australiano de 27 años y dueño de un gran swing. Su águila en el 16 puso el partido igualado, embocó en el 17 para birdie y pasar al frente, para terminar la tarde con un putt desde tres metros en el 18 y ganar asi el match. El 3 a 1 de la tarde los dejó con una desventaja de 4 puntos para remontar el domingo, pero con el ánimo por las nubes y con la sensación de triunfo.
Vale la pena retroceder un poco en el tiempo para ver que cuatro puntos no es una diferencia imposible en este tipo de enfrentamientos. Hace exactamente 23 años el equipo de Estados Unidos de la Ryder Cup estaba siendo vapuleado por los Europeos en Boston. La diferencia era de 4 puntos con 12 por jugar el domingo, lo mismo que ahora. El capitán de Europa erró en como puso sus jugadores para los individuales del domingo y los locales ganaron una Ryder Cup impensada. También en un mes de septiembre, pero de 2012 hubo otra remontada histórica. Esta vez era Estados Unidos el que le estaba dando una paliza memorable a Europa en Chicago, pero el inglés Ian Poulter y un muy joven McIlroy ganaron un partido increíble el sábado y dejaron a Europa a 4 de los locales también con 12 por jugar.
Parecía imposible, pero los europeos se fueron a dormir agrandados, Davis Love III, capitán de USA, erro en la alineación para el domingo y Europa se llevo la Ryder Cup. Si se preguntan por qué digo que Love erró, la respuesta es muy sencilla: no puso sus mejores jugadores al principio del domingo, los europeos ganaron los primeros 4 partidos y se agrandaron. Esa fue la primera razón, pero la segunda y todavía más evidente es que nadie quiere que el punto que juega tu mejor jugador no tenga validez. Love dejo a Tiger para el último match del domingo y para cuando su partido frente a Molinari llego al 18 ya estaba todo decidido. Ayer Love no volvió a equivocarse y mandó casi lo mejor que tiene en los primeros 5 partidos.
Más allá de la remontada, más allá de la coincidencia que Davis Love es el capitán otra vez, y mas allá que la diferencia de puntos es la misma que hace 10 años, no creo que esta Presidents Cup se les escape a los locales. Me da la impresión que esto estará terminado para cuando el séptimo u octavo partido individual del domingo finalice, pero la esperanza no se las saca nadie a los visitantes. El score por ahora es de 11 a 7 y el domingo habrá 12 puntos en juego. Los locales solo necesitan ganar 4 y empatar uno para ganar la copa. No suena difícil…
A las 12.00 hora del este de USA arrancamos la transmisión por Golf Channel para ver la definición de la Presidents Cup.