La tercera pelea entre Saúl Canelo Álvarez y Gennady Golovkin se caracterizó por un amplio dominio del mexicano en gran parte de la reyerta. Su actuación le garantizó la ventaja en las tarjetas de los jueces, por lo que la única esperanza de victoria para el kazajo era el nocaut. Ante ello, GGG implementó una postura más ofensiva en los últimos episodios, por lo que Eddy Reynoso realizó un enérgico llamado de atención a su pupilo para impedir el avance del rival.
Después de ocho rounds favorables para Saúl Álvarez, en el noveno episodio el kazajo logró convencer a los jueces por su determinación a tomar las riendas de la pelea. Si bien la respuesta de Canelo fue igual de frontal, un descuido en su guardia pudo haber implicado la primera caída a la lona de toda su carrera. Ante ello, Eddy Reynoso advirtió sobre lo complicado que podría ser el cierre de la reyerta.
“No dejes que se crezca, gü*y, ¿eh? Faltan tres rounds nada más. ¿Cómo te sientes? ¿Bien? Ok. Hay que hacerlos bien. Ándele pues. Estás más joven que él. Aquí hay que sacar la juventud”, fue el breve mensaje con el que el líder de la esquina del mexicano advirtió sobre lo que se avecinaba.
El análisis de Reynoso fue certero, pues en cuanto sonó la campana, GGG apostó por el boxeo a corta distancia e intentó abrir la guardia del mexicano. Ante la cantidad de golpes propinados por los dos participantes, en ese momento la reyerta vivió uno de sus mejores momentos. A pesar del intento, por recuperar las riendas, el de Guadalajara, Jalisco, padeció una cortada en el rostro, se quedó con el nueve en las tarjetas y cedió el 10 a su oponente.
“Recupérate, faltan dos rounds. Ya te vio cortado. Va a salir a tirar con todo porque va perdiendo la pelea. Aplícate”, reiteró el hijo de Chepo Reynoso a su entrenado en el fugaz minuto de descanso para los boxeadores antes de enfrentar el penúltimo episodio de la pelea estelar.
Ambos peleadores sabían que la intensidad aumentaría en el round y chocaron los guantes antes de comenzar el intercambio de golpes. El arranque más explosivo fue del kazajo, pero cuando el mexicano respondió recurrió al abrazo. Así aconteció en cuatro ocasiones, en las que fue demostrada la experiencia del veterano de 40 años. Gracias a esa actitud se mantuvo en el centro del entarimado en busca de un contragolpe y volvió a convencer a los jueces. La charla en la esquina de Álvarez aumentó el tono.
“Nada de eso, ¿eh? ¿Todo bien? Es el último round. No arriesgues nada, hijo. Es el último round, Saúl, va a salir con todo. Tú estás más entero que él ¿ok? Encónchate no más, no quiero que me estés bajando las p*nches manos, gü*y. ¿Ok? Es el último round, son tres minutos, hazlos bien “, pronunció mientras curaba una herida en la ceja del tapatío.
GGG fue el primer en golpear, pero Canelo respondió. El último episodio fue el más parecido a los emocionantes rounds que dieron vida al primer y segundo capítulo. El cansancio en la humanidad de Gennady Golovkin se vislumbró cada vez que abrazó a su oponente. El desliz fue aprovechado por Álvarez y logró adjudicarse los últimos tres minutos de la rivalidad para coronar su victoria por decisión unánime.
Las predicciones de Eddy Reynoso se cumplieron a cabalidad, pero la persistencia del mexicano le permitió conservar el título de campeón indiscutido. Al término del careo, los boxeadores se dieron un abrazo deportivo y reconocieron sus capacidades después de haber protagonizado una de las rivalidades más conocidas en los últimos años.
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