Un nuevo escándalo salpica a Gerard Piqué y no está vinculado a su separación con Shakira, con quien intenta acordar la custodia de sus dos hijos en medio de acusaciones por supuestas infidelidades. Se trata del contrato más grande que el futbolista del Barcelona firmó en su carrera y que fue por cinco temporadas. Con esa rúbrica hecha en enero de 2018, el jugador se convirtió en el central mejor pago de la historia con 142 millones de euros brutos para el lustro acordado (139.642.800 de dólares).
Según informa El Mundo, la cifra asciende a 28,4 millones brutos por temporada (27.928.560 de dólares), que podrían incrementarse si se cumplían algunos extras vinculados con objetivos. Para cerrar las bases del nuevo contrato, Piqué habló con el entonces presidente, Josep Maria Bartomeu, y le habría dicho que quería ser el central mejor pagado del mundo y ganar más que Sergio Ramos, según indicaron fuentes próximas a la negociación. Con el nuevo vínculo lo logró pues el ex madridista alcanzó en el club blanco los 12,5 millones netos (12.292.500 de dólares). Descontando los impuestos, el defensor se aseguró unos 15 millones (14.751.000 de dólares).
Las condiciones económicas del contrato establecieron que a Piqué le ingresaría 13,6 millones de euros brutos (13.374.240 de dólares) como salario fijo anual. En otro contrato se añadió la parte de los ingresos por derechos de imagen, dado que la ley permite ingresar a los jugadores el 15% de sus ingresos en sus clubes por ese concepto, con una carga impositiva menor.
Al llegar al punto 4.6, sin embargo, el documento es claro: “El FC Barcelona garantiza que durante la vigencia de este contrato, el jugador percibirá un mínimo de 107.213.050 euros (105.433.313 de dólares), computando a tales efectos los importes pagados por el club en virtud de los conceptos establecidos en el 4.1 (con la excepción del premio especial del artículo 4.19 y el bonus extraordinario del apartado 4.1.10)”.
La suma de la cantidad asegurada (casi 12 millones de dólares), en la que se entiende que se incluiría un bonus por fidelidad, más el “premio especial”, el “bonus extraordinario” y los ingresos por imagen entregaron una suma global de 142.073.272 millones (139.714.856 de dólares). Es decir, casi 28 millónes de dólares por cada una de las cinco temporadas.
El vínculo enviado por Ángel Rocamora, del Barcelona, a Arturo Canales, agente del jugador, el 15 de diciembre de 2017, vía correo electrónico, un mes antes de que se hiciera pública la renovación entre las partes.
Aunque un apartado que se robó la atención es el “bonus fiscal”, algo que incluyó el club para compensar las actas que Hacienda había levantado al futbolista por un reclamo de IVA y que, elevadas a bruto, ascendían a casi 7 millones de dólares. “En cuanto al bonus fiscal, lo he repartido entre la imagen y laboral (referido a los contratos). He cogido los importes firmes y el acuerdo de las facturas no pagadas de 2016, elevadas al bruto del 10,89%. Creo que el criterio es defendible”, le aclara Ángel Rocamora a los servicios jurídicos de la entidad azulgrana.
Pero la pandemia cambió las reglas pues obligó a recortes en los clubes y el Barcelona no fue la excepción. Piqué, como el resto del plantel, acordó modificaciones en su salario en junio de 2020. Según indicó el propio Lionel Messi, de hasta un 70 % del salario fijo durante el estado de alarma decretado por el Gobierno, luego de una polémica entre la dirigencia y los jugadores, debido a que los empleados del club tuvieron un ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo).
En octubre de 2020, una semana antes de que Josep María Bartomeu dimitiera, Piqué fue uno de los cuatro jugadores, junto a Ter Stegen, Lenglet y De Jong, que aceptaron negociar sus condiciones, pero en realidad se trató de las extensiones de sus vínculos con el Barça a cambio de diferir el sueldo. Con los montos acordados, en el caso de Piqué, eran de 18 millones brutos (17.701.200 de dólares) en la temporada 2020/21, 27,7 en la 2021/22, 29,50 en la 2022/23 y 40,80 en la última, la 2023/24.
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