Esta semana el ajedrez se ha visto invadido por las sospechas del uso de ayudas tecnológicas que arruinan el espíritu del juego después de lo ocurrido en la esperada revancha entre el noruego Magnus Carlsen y el estadounidense Hans Niemann. El europeo, campeón mundial por primera vez en 2013, acusó indirectmante al joven de 19 años de hacer trampa en las partidas y por eso renunció después de haber realizado apenas un movimiento en el encuentro, provocando un sismo en los tableros.
Pero, ¿cómo funcionan estos sistemas de trampa online?
Primero hay que aclarar que muchos torneos internacionales se celebran de manera virtual, lo que permite a ajedrecistas de todo el planeta participar de cualquier certamen al que se clasifiquen sin la necesidad de pedir ayuda a sponsors o estados para financiar sus viajes. Pero, con el desembarco de las computadoras e Internet, también llegaron las trampas.
En 2020, a comienzos de la pandemia del COVID-19, el sitio más popular de ajedrez del planeta, chess.com, sumó más de 12 millones de usuarios. Es que personas de todo el globo buscaban ocupar su tiempo con actividades que pudieran realizar desde sus casas y muchas se volcaron por este deporte, también impulsado desde Netflix por la serie Gambito de Dama. Y, a medida que la comunidad crecía, también aumentaban los bloqueos por el uso de ayudas tecnológicas.
La frustración en los novatos por perder partidas constantemente provocó que miles se descargaran programas para comenzar a ganar. Uno de los más populares es ChessBot, que puede descargarse fácilmente e incluso en su sitio web se lo ofrece como un sistema de ayuda para principiantes: “Utiliza chessbot para entrenar las líneas de apertura que desees. El programa también te ayudará en el medio juego y el final. Puedes utilizar diferentes motores de ajedrez junto con ChessBotX. Además, podrás configurar el estilo de juego (más o menos agresivo), el nivel de habilidad y muchas más opciones. ChessBotX te ayudará a encontrar las tácticas y secuencias de mate. Por lo tanto, si quieres aprender ajedrez, ChessBotX es una muy buena adquisición en tu arsenal”.
Con esto, muchos usuarios sumaron al ChessBotX como una pieza más, junto a la reina, las torres, los alfiles, los caballos y los peones. Todo sea por proteger al Rey.
Ante la irrupción de estos programas, que tienen la capacidad de escanear el tablero virtual de la partida e indicar qué movimientos debe hacer el jugador para ganar, la plataforma chess.com creó su propio sistema para detectar su uso. Por eso, cuando algunos jugadores realizan muchos movimientos perfectos, de los que solo son capaces las computadoras o los Grandes Maestros, de inmediato se activan las alarmas y esos usuarios son bloqueados.
Para tener noción, el portal Xataka reveló en un artículo publicado hace dos años que Chess.com solía bloquear en 2019 entre 5 y 6 mil jugadores por mes y en 2020 esa cifra se triplicó.
David Martínez, director de chess24 en español, habló en una entrevista a la agencia EFE en 2020 sobre cómo ellos evitan el fraude: “Tenemos un detector, un sistema estadístico que se basa no solo en las jugadas que coinciden con la propuesta del módulo (computadora), sino en otros factores como el manejo del tiempo. Si alguien realiza todas las jugadas, sean muy difíciles o muy fáciles, en 10 segundos, hay algo sospechoso porque lo normal es que si vas a capturar una pieza lo hagas en medio segundo y si vas a sacrificarla tardes mucho más”.
Ahora bien, ¿cómo evitan a los tramposos los torneos internacionales?
Cualquier jugador que participe de un torneo está obligado a compartir su pantalla en vivo. Con esto, se evita que el ajedrecista utilice en ese ordenador un programa que lo ayude. A su vez, debe grabarse (con audio activado) todo el tiempo por delante y por detrás y, obviamente, tiene prohibido abandonar su asiento durante la partida. De esta manera, queda descartada la posibilidad de que cuente con una segunda PC.
Es que, aunque parezca increíble, ha habido casos de jugadores que han colocado otra computadora a un costado de la que utilizan durante el juego y es en ella en la que tienen activado el sistema que les dice qué hacer.
Un caso recordado es el del armenio Tigran Levoni Petrosian, quien en 2020 fue acusado por el estadounidense Wesley So, de hacer trampa durante las semifinales del PRO Chess League de aquel año. Aquel escándalo estalló porque el norteamericano detectó algo raro en la mirada de su adversario, la cual se desviaba hacia abajo antes de hacer cada movimiento. Por eso, lo acusó de haber utilizado una ayuda tecnológica que le indicaba qué piezas debía mover para ganar la partida. Los investigadores dieron la razón al denunciante y el por eso el acusado fue suspendido de por vida por los organizadores de la competencia.
Lo cierto es que el ajedrez online no solo ha disparado el interés por este deporte sino también le ha abierto las puertas a los tramposos y por eso los torneos deben modernizarse constantemente con sus sistemas y reglas para evitar que este tipo de acciones ponga en jaque al ajedrez.
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