A pesar que restan dos meses para el comienzo del Mundial de Qatar 2022, las ligas en todo el mundo siguen su curso y los jugadores están en plena competencia. En el caso de Europa, la liga de Turquía fue la última que cerró su mercado de pases de cara a lo que resta de la temporada. Justamente, un jugador recién llegado al Antalyaspor protagonizó un insólito ingreso con su nuevo club.
Shoya Nakajima se sumó al conjunto otomano proveniente del Porto, de Portugal y el último fin de semana tenía la chance de sumar minutos por segunda vez desde su desembarco en el equipo. Antalyaspor perdía 1-0 ante el Adana Demirspor cuando el DT de los locales, Alfons Groenendijk, mandó a la cancha al japonés cuando iban 58:15 minutos de juego.
Sólo 15 segundos después, el volante ofensivo protagonizó una dura entrada contra el tobillo derecho de un rival. En un primer momento, el árbitro le mostró la tarjeta amarilla, pero todo cambió cuando el VAR llamó al juez para revisar la acción: luego de un par de minutos, el colegiado cambió la amonestación por la cartulina roja y expulsó a Nakajima.
Incrédulo, el futbolista nipón no podía creer que había pasado sólo un par de minutos en el campo desde que entró hasta que el árbitro revisó la acción y lo expulsó. Situación parecida fue la que vivió la familia del jugador de 28 años, que viajó más de 8.000 kilómetros desde Japón para verlo.
En las imágenes que se viralizaron en las redes sociales, se puede ver a la madre de Shoya no entender lo que había sucedido. Hasta que una vez que vio cómo su hijo se dirigió hacia los vestuarios, se tapó la cara y comenzó a llorar sin consuelo. Es más, el propio volante miró a la platea antes de irse por el túnel consolado por alguien del staff del equipo que terminó perdiendo por 3-0 en el encuentro válido por la fecha 7 de la Superliga turca.
Nakajima había hecho su estreno con la camiseta del Antalyaspor el pasado 11 de septiembre, en otra derrota, esta vez ante Kayserispor (0-1). En esa ocasión, jugó ocho minutos.
El jugador nacido en Tokio llegó al equipo turco luego de un desembolso de 3.5 millones de dólares. Firmó un contrato por las próximas dos temporadas en el que es el tercer equipo en Europa en el que milita el japonés, luego de su paso por Porto y Portimonense, también de la liga portuguesa. Antes, había jugado en Al-Ain FC de los Emiratos Árabes Unidos, en el Al-Duhail, de Qatar, y varios equipos de Japón como el FC Tokyo, Tokyo Verdy y Kataller Toyama.
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