Con la salida de Mauricio Pochettino y la llegada de Chritophe Galtier el París Saint-Germain (PSG) ha cambiado su estilo de juego, su esquema y hasta algunos nombres propios. Esto le ha dado buenos resultados en el inicio de esta temporada, en la cual lleva siete victorias y un empate en la Ligue 1 y dos triunfos en Champions League, pero parece que los problemas de vestuario no han mermado.
En los últimos partidos han ocurrido situaciones de juego en la que pareció que Kylian Mbappé, la gran estrella del club, eligió patear al arco en ocasiones en las que compañeros como Lionel Messi y Neymar parecían estar mejor ubicados para hacerlo. Es por esto que muchos usuarios en las redes sociales se preguntaron si el francés estaba siendo poco solidario con los otros dos jugadores ofensivos del elenco parisino.
En las estadísticas recopiladas en este puñado de partidos, se puede observar que hay una tendencia clara: Messi y Neymar suelen buscar más a Kiki que él a ellos en cada ataque. Esto puede responder a dos factores: el primero, que Mbappé se ubica como centrodelantero y por ende su posición lo predispone más a patear que a pasar la pelota y el segundo, que el delantero galo tiene más intenciones de hacer goles que dar asistencias.
Los datos recopilados por la compañía especializada Opta muestran que en esta sociedad de tres integrantes, Mbappé es el que menos aporta en la creación. Se puede observar que Messi le ha dado a Kylian cuatro asistencias en lo que va de la temporada y a su vez siete pases que terminar en remate del número 7. Por su lado, Neymar le dio dos asistencias y cinco toques para disparo.
Por el contrario, el ex Mónaco no le dio ningún pase-gol a sus compañeros de ataque hasta el momento y apenas buscó para remate a Messi en cuatro ocasiones y a Neymar en una sola.
A su vez, las estadísticas muestran que la conexión entre el brasileño y el argentino atraviesa un gran momento, incluso pese a que en algunos tramos de partido se ubican por bandas diferentes. Los ex Barcelona se han dado cuatro asistencias (dos por lado) y 16 pases para remate (11 de Ney para La Pulga).
Este panorama trae el recuerdo del penaltygate ocurrido la temporada pasada que también vivió un capítulo en agosto de este año. Es que ambos futbolistas reciben premios monetarios por alcanzar determinada cantidad de goles al final de un torneo y por eso quieren patear la mayor cantidad de penales posibles. Esto a generado tensiones entre ellos que se observaron en el campo de juego y que desembocaron en un pacto, sellado frente al director técnico, para que se los repartan de manera equitativa.
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