El gesto no pasó desapercibido en Argentina. Después de la millonaria e histórica subasta de la camiseta que Diego Armando Maradona utilizó ante Inglaterra en el Mundial de 1986, lo hecho por Lothar Matthäus despertó admiración en el país. El ex futbolista alemán decidió donar la remera del Diez que tenía en su poder desde la final de la Copa del Mundo en México. Podría haber apostado por recibir millones de dólares como lo hizo el británico Steve Hodge semanas atrás, pero prefirió que la reliquia se una a la gigantesca colección de un argentino.
El hombre de 61 años tenía enmarcada la camiseta celeste y blanca de la definición del 86 en su casa de Alemania, pero cuando fue consultado si pensó en subastarla para “salvaguardar el futuro financiero de sus cuatro hijos” fue completamente contundente: “No, en 36 años nunca pensé ‘quiero dinero por esta camiseta’. Fue un placer para mí devolvérsela a la gente de Argentina”, explicó en una entrevista con el medio DailyMail.
A comienzos de mayo de este año, Hodge decidió presentarse ante la casa de subastas Sothebys para buscar un comprador de la camiseta de Maradona que tenía en su poder. El argentino Marcelo Ordas, con ayuda de empresarios del país, pujaron por esa remera e incluso estuvieron a segundos de apropiársela. Pero un comprador de origen desconocido –se dijo que era de Medio Oriente– terminó poniendo más de 9 millones de dólares para adquirirla. Matthäus afirmó que jamás especuló con esa situación: “Nunca tendré, y nunca he tenido, un mayor cumplido. Diego fue el más grande de mi época. Ninguna persona en la tierra había hecho lo que él hizo posible con una pelota de fútbol”.
El ex Inter de Italia y Bayern Múnich estuvo presente en un acto con el embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín, y Ordas, presidente de “Lengeds”, el monstruoso museo que desde comienzos del 2023 abrirá al público en Puerta del Sol (Madrid) para que el público pueda conocer las reliquias. “Diego es un dios en Argentina, por eso fue especial darles la camiseta”, aclaró Matthäus en la reciente entrevista con el medio inglés.
“Jugamos en los partidos de despedida de cada uno, pero solo una vez en el mismo equipo, el partido de despedida de Michel Platini en Sevilla en 1988. Me dio el pase para mi gol. Después tuvimos una noche inolvidable de cervezas”, recordó.
Aunque también destacó que el Diez intentó ficharlo para Napoli: “Fue después del Mundial de 1986, y Diego mandó un grupo de hombres de Nápoles. Él les dijo: ‘Oigan, tienen que traerme a Matthäus en mi equipo’. Era sábado y tenía un partido de la Bundesliga en Colonia. Volé a Munich y llegué al restaurante italiano a las 10 p. m., donde mi equipo de administración había estado comiendo y bebiendo toda la noche con estos muchachos. Me explicaron lo que querían. Tuve la oportunidad de firmar un contrato de tres años con el Nápoles. Diego me quería. También hubo una tarifa de registro de 1 millón de marcos alemanes (más de medio millones de dólares), y eso estaba sentado a mi lado en el piso, en una bolsa negra. Si voy, lo consigo. Si no voy, también lo consigo, pero luego no puedo fichar por otro club italiano”, revivió sobre esa oferta que finalmente rechazó.
“Claro, empiezas a pensar, era mucho dinero, cuatro veces mi salario del Bayern. Pero dije: ‘No, nadie me puede comprar’. No era mi manera, se sentía... complicado. Volaron a casa, con su dinero, pero no con mi firma”, argumentó.
Esta camiseta que intercambió en el entretiempo del duelo que ganó Argentina y le dio la segunda Copa del Mundo de su historia, quedó en manos del argentino Ordas aunque se desconocen con precisión los términos de esta entrega: “Se puede comprar todo con dinero pero quise obsequiar esta camiseta al pueblo argentino y eso no se paga”, había dicho en el acto que se realizó en agosto pasado.
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