La tradicional fecha del 15 de septiembre ha albergado grandes capítulos para el boxeo mexicano. En 2012, Julio César Chávez Jr., uno de los boxeadores que se perfilaba para consolidar una prolífica historia, defendió su título contra el experimentado Sergio Maravilla Martínez. Aunque la mayor parte del combate cedió el control, en el último round apostó por un nocaut que se quedó a muy poco y perdió en una de las exhibiciones más memorables.
El ring postrado en el centro del Thomas y Mack Center de Las Vegas, Nevada, fue el escenario que albergó la esperada batalla. Investido con el título del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en peso mediano, el joven Julio César Chávez Carrasco se montó para enfrentar al experimentado argentino en la cuarta defensa de su historial y contó con la confianza de la afición mexicana.
Desde que sonó la campana, el hijo de la leyenda mostró cierto temor por imponer su estilo de boxeo en el cuadrilátero. Aunque dicha postura le cedió una ventaja parcial, el originario de Buenos Aires no pudo demostrar el avasallador ritmo que lo llevó a terminar por nocaut sus cuatro careos previos y se mostró precavido ante un posible contragolpe que pudiera comprometer su victoria.
En este día, Sergio Martínez sobrevivió a un brutal momento al final de su pelea contra Julio César Chávez Jr. pic.twitter.com/ZkKu05ATza
— Top Rank en Español (@trboxeo) September 15, 2022
De los 12 rounds pactados a lo largo de la pelea, el Maravilla pudo imponerse en los primeros once. El rostro hinchado del nacido en Culiacán, Sinaloa, fue prueba fiel del castigo que había recibido a lo largo de los minutos, pero también del aguante que demostró ante los puños del sudamericano aunque este no fuera suficiente para convencer a los jueces de fallar en favor de su retención.
A sabiendas de la complicada cuesta que tenía por delante, en caso de buscar una defensa exitosa, y luego de haber asegurado la derrota en las tarjetas, Chávez Carrasco salió dispuesto a quemar su última chance y buscar el nocaut para asegurar la victoria. El ímpetu en ese momento fue tal que los asistentes al recinto deportivo reaccionaron con alarido y abandonaron sus asientos para presenciar con mayor cercanía la posible hazaña.
La escuela mexicana de boxeo se hizo más evidente en dicho capítulo. Julio acortó distancias y llevó al Maravilla a las cuerdas en diversas ocasiones. En un momento de la reyerta su rostro ensangrentado y la mirada desorbitada volvieron más viable la posibilidad de una victoria para el mexicano. El público pudo haber apostado por la remota victoria cuando vieron caer al argentino con un minuto y 24 segundos en el reloj.
El quilmeño se levantó y trató de resistir los embates del sinaloense. Intentó recurrir al abrazo para consumir tiempo del cronómetro, pero volvió a caer 25 segundos después de haber tocado la lona. Chávez Jr. intentó imitar la hazaña de su padre contra Meldrick Taylor y volvió al ataque una vez que su oponente volvió a ponerse en guardia.
La mezcla entre su agotamiento, así como la experiencia y aguante de Martínez, fueron suficientes para que Chávez perdiera el título. El último round fue claramente favorable para el mexicano, pero al argentino le bastó levantarse y resistir los golpes para imponerse por medio de la decisión. Aquella noche de alarido fue un punto de quiebre para los dos personajes.
Maravilla retuvo su campeonato contra Martin Murray, pero lo perdió con Miguel Cotto antes de tomarse un descanso de seis años. En su regreso volvió a vencer por nocaut, pero con rivales lejanos a los de la élite. Por su parte, Chávez trató de volver a recuperar el título, pero de las 12 peleas que entabló posteriormente cayó en cinco ocasiones.
“Estuve a unos segundos de noquearlo, pero aguantó. Ya no volvió a ser el mismo. Maravilla Martínez se acabó en mi pelea. Prefirió pelear con (Miguel) Cotto porque pensó que era más fácil. Estaba completamente acabado. No me dio la revancha, me la debe. Acaba de pelear aunque ya se ve muy viejo. Con gusto le gano”, recordó en 2021 con el medio 12 asaltos.
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