El fútbol permite ascensos sociales inusitados para millones de jugadores que de niños apenas tenían dinero para poder comer y tras triunfar en el deporte más popular del fútbol logran sacar a sus familias de la pobreza. Los casos son innumerables y uno de los más resonantes que se han conocido en los últimos días ha sido el del brasileño Antony, flamante refuerzo del Manchester United.
Surgido de las inferiores del San Pablo el delantero que también se puede desempeñar como volante ofensivo alcanzó su mejor versión en el Ájax bajo el mando del neerlandés Erik ten Hag, quien apenas fue nombrado como técnico de los Red Devils pidió por él. Luego de su debut con gol en la Premier League y nada menos que ante el Arsenal, hasta entonces invicto en la temporada, el futbolista dialogó con la cadena Sky y contó detalles de su infancia.
Antony Matheus dos Santos nació en febrero del 2000 en una favela de San Pablo y durante su niñez padeció en carne propia lo que significa vivir en el seno de una familia marginal. “No tenía dormitorio, dormía en el sofá. No tenía botas para jugar al fútbol. Yo vivía en pleno centro de la favela. A veinte metros de mi casa había narcotraficantes”, recordó.
Es que además de los problemas económicos él y sus seres queridos tenían que padecer la presencia en el barrio de personas que viven de la ilegalidad. Todo eso despertaba su angustia: “A veces, estabas viendo un partido un domingo y había ese olor, un olor a cannabis entrando en la casa. Había momentos en los que mi hermano, mi hermana y yo llorábamos y nos abrazábamos pensando en nuestras vidas”.
Lo curioso es que el ahora estrella del fútbol británico recuerda que pese a todos los contratiempos, siempre intentaban ser felices: “Hubo momentos duros en el medio de la noche, estábamos sacando agua de nuestra casa inundada, pero aun así lo hacíamos con una sonrisa en nuestros rostros”.
Antony, de 22 años, debutó como profesional en el San Pablo en 2018, pero fue en la temporada 2019 cuando se afianzó como una de las piezas claves de aquel equipo y despertó el interés del Ájax. El cuadro de Ámsetrdam desembolsó por él cerca de 21 millones de euros y desde entonces sus problemas económicos se terminaron.
En la actualidad, su carrera no tiene techo. Tras haber sido campeón olímpico con su país en 2020 y bicampeón de la Eredivisie, el Manchester United desembolsó 100 millones de euros por su fichaje en el último mercado de pases. “En el campo es valiente. Durante la ventana de transferencia buscamos jugadores con el carácter adecuado, que puedan luchar y luchar”, explicó el entrenador de los Red Devils al justificar su compra. “Es realmente bueno con su ritmo y sus regates y también con su capacidad de presión. La intensidad de la Premier League es alta y eso va a ser un desafío para él, pero hemos visto su potencial”, remarcó tras su debut con gol.
Hace apenas cuatro años que el joven Antony juega como profesional y ahora está al borde de disputar su primer Mundial, si es que Tite lo convoca para Qatar 2022. Una vez más el fútbol demuestra que los sueños no tienen límite.
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