Dentro del deporte mexicano, uno de los máximos representantes que tuvo a nivel global fue Carlos Gracida, el histórico jugador de polo, considerado como uno de los mejores en la historia y que a lo largo de su carrera coincidió de manera muy cercana con la Realeza Británica.
Luego del sensible fallecimiento de la reina Isabel II este jueves 8 de septiembre, resulta indispensable recordar la figura del polista mexicano, quien falleció en el 2014 luego de una caída de su caballo; sin embargo, dejó en el camino múltiples recuerdos entre los aficionados del deporte, en especial dentro del Reino Unido, donde su habilidad le ganó el honor de entrenar a los príncipes Harry y William.
La gran distinción que se llevó Gracida, más allá de sus 19 victorias combinadas en los abiertos de Argentina, Estados Unidos y Reino Unido, fue haber sido catalogado como el “jugador preferido” de la reina Isabel II, a quien deslumbró en vivo en múltiples ocasiones y con quien coincidió en múltiples eventos.
Cuando falleció el 25 de febrero de 2014 mientras disputaba un partido de polo, producto de una caída en la que su caballo le cayó encima, la noticia retumbó en el Reino Unido y varias portadas deportivas recordaron el nombre del cinco veces galardonado como “mejor jugador del año”.
Esto debido a que no sólo fue reconocido por Isabel II, sino que un gran sector de la familia real le dedicó palabras de reconocimiento, incluso involucrando a la princesa Diana antes de su fallecimiento, quien le entregó uno de los trofeos que ganó en su carrera.
“(A la princesa Diana) La conocí cuando jugué por México la Coronation Cup en 1985 y ganamos. Ella entregó el premio y me comentó que le gustaba mucho como jugaba. Pienso que fue una mujer muy cariñosa, siempre estaba en el polo, se sentaba en un coche y llevaba a sus hijos. Era muy sencilla”, describió en 2011 para la Agencia Reforma, justo cuando recibió la invitación para la boda real entre el Príncipe Guillermo y Kate Middleton.
A aquella boda no pudo asistir por motivos personales; sin embargo, en reiteradas ocasiones reconoció que había formado una amistad con su padre, el príncipe Carlos de Gales, hoy reconocido como Rey del Reino Unido tras la muerte de Isabel II.
Esta amistad propició que entrenara a sus hijos, los príncipes Guillermo de Gales y Enrique de Sussex. Incluso ha trascendido una entrevista de Carlos Gracida en la que reveló una anécdota del día que Guillermo llegó tarde a la primera clase de polo.
“Mi experiencia con la Familia Real fue realmente algo muy especial porque son verdaderos príncipes. Recuerdo una anécdota de una sesión de entrenamiento en la que el Príncipe William llegó cuatro o cinco minutos tarde a una clase y dijo ‘lo siento’ más que nadie que haya conocido en mi vida. Son personas fantásticas”, afirmó de acuerdo con la Agencia EFE.
En términos profesionales y sobre su extraordinaria carrera, Carlos Gracida es el único deportista capaz de ganar tres veces el Grand Slam de Polo, conseguidos en 1987, 1988 y 1994. Se mantuvo activo hasta los 53 años, en una extraordinaria muestra de longevidad en deportes de alto rendimiento.
De igual forma se volvió popular en Estados Unidos por ser entrenador del actor Sylvester Sytallone y presumir nueve victorias en el Abierto de Polo de los Estados Unidos.
En Argentina su nombre se colocó entre los grandes, pues además de sus cinco victorias en el Campeonato Argentino Abierto de Polo, en 1994 consiguió la Triple Corona de los abiertos de Tortugas, Hurlingham y Palermo; además de ser el único extranjero reconocido con el trofeo Olimpia de Plata al mejor jugador de la liga argentina.
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