Por tercera vez en la historia, Saúl Canelo Álvarez y Gennady Golovkin se verán las caras en un cuadrilátero. La última ocasión que se enfrentaron fue en el año 2018, cuando los jueces decidieron otorgarle la victoria por la vía de la decisión al mexicano. Desde entonces cada uno de los púgiles encaminó un camino muy diverso para cada una de sus carreras, siendo el vencedor quien ha incursionado en más categorías diferentes a la de peso mediano, por lo que ha sometido su cuerpo a una notable transformación.
Lejos de aceptar la revancha para el tercer enfrentamiento contra GGG de inmediato, la esquina del originario de Guadalajara, Jalisco, decidió incursionar en la categoría de peso supermediano con una pelea de campeonato. Para poder encarar a Rocky Fielding en diciembre de 2018, tres meses después de haber vencido al kazajo, tuvo que aumentar su peso en ocho libras para poder igualar las condiciones del británico.
En ese sentido, el peso del mexicano aumentó 3.6 kilogramos para el 15 de diciembre de aquel año. El cambio en su desempeño no fue tan notorio, pues aunque debió adaptarse al nuevo tonelaje logró vencer a su rival por la vía del nocaut en el tercer episodio. Sin saberlo, el Canelo conoció la división en la que escribiría una de sus más grandes victorias, pero antes de continuar decidió volver al peso mediano para defender los títulos que arrebató a Golovkin.
Fue así que en mayo de 2019 aceptó el reto de Daniel Jacobs para defender sus cinturones avalados por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) a cambio del de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) en posesión del estadounidense. En dicha ocasión el panorama volvió a favorecerlo y se adjudicó la victoria por decisión unánime.
En busca de un reto más ambicioso, y aprovechando la disponibilidad de Sergey Kovalev, el tapatío incursionó en la categoría de los semipesados. Por ello debió subir de nueva cuenta su peso corporal, aunque para esta ocasión fueron 6.8 kilogramos en seis meses. La avanzada edad del ruso fue un factor a favor del mexicano, pues logró coronarse por primera ocasión en las 175 libras con un cloroformo en el round 11 la noche del 2 de noviembre de 2019.
Aquella fue la última pelea que sostuvo en más de un año. Debido a la presencia de la pandemia por COVID-19, así como la disputa legal con la promotora Golden Boy, no volvió sino hasta diciembre de 2020. A lo largo de 13 meses meditó acerca de su futuro y optó por desempeñarse en la categoría que mayor comodidad le generó, es decir, la de las 168 libras.
En diciembre de 2020, instalado en la división que reinó cuando superó a Daniel Jacobs, comenzó un arduo recorrido contra los monarcas del peso supermediano. El primero en la línea fue Callum Smith, por el título avalado por el CMB y la AMB. En febrero de 2021 realizó una sencilla defensa ante Avni Yildirim y tres meses después despojó a Billy Joe Saunders de la corona de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). En noviembre venció a Caleb Plant y se convirtió en campeón indiscutido al arrebatarle la fajilla de la FIB.
Mientras que Canelo intentó una vez más en la categoría de las 175 libras contra Dmitry Bivol, Golovkin se dedicó a recuperar sus cinturones de las 160 libras y no abandonó la categoría por lo que mantuvo constancia en su físico y rendimiento, por lo cual será la primera vez en toda su carrera que realice una presentación en las 168.
La diferencia en el físico del mexicano ha sido notoria. Además de la ganancia de peso, en sus redes sociales ha dado a conocer sesiones y rutinas de entrenamiento encaminadas a la resistencia corporal, así como la ganancia de masa muscular. En ese sentido, Álvarez podría llegar en una de sus mejores formas para defender la corona de la categoría donde consiguió el récord más importante de su carrera.
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