Uno de los campeones más excétricos que ha tenido el peso wélter mexicano es Antonio Margarito, el oriundo de Baja California y quien a los 22 años se coronó campeón por la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en sus 147 libras.
A pesar de que terminó con ocho derrotas en su historial, entre sus 41 victorias más emcionantes e importantes destacaron las que tuvo sobre Sergio el Maravilla Martínez, Miguel Ángel Cotto y Frankie Randall, quienes llenaron de elogios su trayectoria como profesional.
Tras sus destacados logros en su juventud, entre los que también brillaron sus ocho años invicto y cetros en la Asociación Mundial (AMB) y Federación Internacional de Boxeo (FIB), llegó el declive y una derrota que marcó definitivamente su carrera, tanto por lo ocurrido fuera como dentro del cuadrilátero.
El 13 de noviembre de 2010, luego de 16 años de carrera profesional, Margarito confirmó su ascenso al peso superwélter y se subió al ring contra Manny Pacquiao por el título vacante del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), única organización que le faltó por ganar.
Y es que aquella noche vivida en Arlington, Texas, dentro de un pletórico AT&T Stadium, el boxeador filipino ofreció una de sus múltiples exhibiciones de boxeo, pues aunque no pudo noquear a Margarito, lo maniató de inicio a fin y lo dejó con el rostro completamente irreconocible.
El resultado fue una clara y evidente victoria por decisión unánime del Pacman Pacquiao, una que además estuvo marcada por ser una especie de castigo por las bromas de pésimo gusto que tuvo el Tornado de Tijuana previo al combate, en las que se burló del entrenador de Manny, Freddie Roach, por padecer la enfermedad de Parkinson.
A pesar de que el mexicano se disculpó por sus acciones, Roach despreció sus palabras y le pidió a Pacquiao que mantuviera la calma, que se concentrara en la pelea y que ganara de acuerdo con la estrategia, algo que terminó por concretar y de manera memorable.
“A todo el mundo con esa enfermedad les quiero decir que nunca, nunca en mi vida me burlaría de nadie así. Sólo quiero que sepan que no soy el tipo de persona que haría algo como eso, burlarme de alguien”, expresó Margarito previo al combate, en unas palabras que convencieron a muy pocos aficionados.
En medio de la polémica y con su perfil pretencioso, Margarito llegó al estadio de los Dallas Cowboys con altas expectativas para recuperar un título mundial; sin embargo, fracasó de manera rotunda y se fue con moretones y pómulos fracturados.
Tras esta dura derrota, la séptima de su carrera, el tijuanense prácticamente le dijo adiós a su carrera como boxeador, sobre todo porque en su intento de regresar al cuadrilátero un año después, se fue noqueado en nueve asaltos contra Miguel Cotto.
De esta forma se dio uno de los momentos más emblemáticos en la carrera del pugilista mexicano, quien a pesar de presumir un extraordinario nivel durante gran parte de su trayectoria, la imagen mostrada ante Pacquiao dejó muy mal posicionada su imagen como boxeador y persona, pues además de llevarse una golpiza, en la memoria quedó su burla hacia el histórico Freddie Roach.
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