No es la única personalidad de Hollywood que ha incursionado en la industria del fútbol, pero el famoso actor Ryan Reynolds se ha involucrado más que nadie con su nueva adquisición. Sus colegas Eva Longoria, Will Ferrell, Natalie Portman o Matthew McConaughey –que juntos podrían formar un elenco brillante- también han incursionado en la compra de equipos, aunque no han abierto su corazón como lo hizo el protagonista de Deadpool. “Es un viaje infernal”, reconoció.
Reynolds, de 45 años, una de las caras más famosas del cine estadounidense, se convirtió oficialmente en el nuevo dueño –junto con su socio Rob McElhenney– del Wrexham AFC, un modesto club galés que compite en la quinta división del fútbol de Inglaterra (National League) y es nada menos que el tercer equipo profesional más antiguo del mundo.
El anuncio se hizo en febrero del 2021 como una formalidad, dado que la compra había sido aprobada en noviembre del año anterior. Su visión es convertir a los Dragones Rojos en una potencia global y han elegido documentar esta primera experiencia en el fútbol con una serie de TV.
Su llegada a Wrexham, entidad fundada en 1864, fue factible luego de que los hinchas votaron a favor de la venta del club. El grupo empresario del actor canadiense que también encarnó a Linterna Verde en la pantalla grande sustituyó a la anterior junta directiva formada por el grupo inversor Wrexham Supporters Trust, que pertenecía a los aficionados.
Junto con su amigo McElhenney, un actor estadounidense que creó la serie de comedia televisiva ‘It’s Always Sunny in Philadelphia’, se han embarcado una aventura que tiene brotes verdes: su llegada al club hizo multiplicar el número de abonos y la venta de camisetas. Todos los fines de semana, más de 10.000 espectadores acuden al estadio en uso más antiguo del mundo.
Su experiencia como dueños ha quedado grabada en un documental llamado ‘Welcome To Wrexham’ que se va a transmitir por el canal FX en Estados Unidos (se podrá ver por Star+ o Disney+ en América Latina). Ambos relatan allí la aventura de cambiar los sets de filmaciones por el espectáculo en los campos de fútbol. “Si todo se va al demonio de repente, ojalá sea dentro de 25 años y estemos en la Premier League”, explicó Ryan Reynolds en una parte del documental que adelantó The Sun.
“Ahora estoy obsesionado con el Wrexham. Reconozco que al principio no era escéptico, pero no estaba tan enganchado como ahora. Una parte de mí desearía no haber encontrado el fútbol, siento que es un veneno legal. Mi alegría vive y muere los sábados cuando el club juega. Trato de no dejarme envolver totalmente por él, pero siento que me mastica los órganos y los escupe cada semana, gane o pierda. Es un viaje infernal”, explicó en diálogo con ‘Today’ de Radio 4 quien en 2010 fuera elegido por la revista estadounidense People como el hombre más sexy del año.
Reynolds y McElhenney han invertido más de USD 2,5 millones para el desarrollo de un equipo que lucha por subir de categoría y ya estuvo muy cerca: la temporada pasada, el Wrexham estuvo a dos goles de lograr el ascenso, perdiendo la semifinal de los playoffs ante Grimsby Town y terminando segundo en la liga. En un momento de autorreflexión en la serie, Ryan dice: “Solamente he sido dueño de un club de fútbol por un corto tiempo. Pero hasta ahora he descubierto que consume mucho tiempo, es emocionalmente agotador, financieramente idiota y completamente adictivo.”
Sus familias, lógicamente, están muy involucradas con este ambicioso proyecto de llevar al Wrexham AFC a la élite del fútbol inglés. Reynolds reveló que la relación con su padre marcó su camino: “El principal ámbito de la vida donde mayor respaldo obtuve de mi padre fue cuando era bueno en los deportes. Así que practiqué deporte mucho más allá del punto en el que realmente me sentía motivado a hacerlo solo por lograr su aceptación. Mi padre lleva años muerto, pero estas cosas no desaparecen”.
No puede evitar sentir que su papá “habría pensado que todo esto era una locura” pero también considera que lo hubiera comprendido como lo hace su esposa, la actriz Blake Lively, quien no aparece en el documental pero es sabido que al principio no estaba muy de acuerdo con la operación de compra del Wrexham AFC. Hace unos meses, en el programa de Jimmy Kimmel, Reynolds reveló cómo se lo contó a su esposa: “Recuerdo mirar a Blake diciendo ‘tengo malas noticias y otras muy malas noticias’. La mala noticia es que volví a enviarme mensajes privados con alguien. La noticia realmente mala es que fue para comprar un equipo de quinto división en Gales”.
Al principio Lively no entendía por qué su esposo estaba tan motivado con el proyecto, pero luego quedó cautivada con el nuevo rol de su pareja. “Fuimos a ver la final la FA Cup con David Beckham y fue una locura verlo a través de sus ojos. Fue interesante escuchar su análisis. Blake también está obsesionada con esto ahora. Después del partido estábamos acostados en la cama y ella dijo: ‘Ahora lo entiendo’”, contó el actor.
A Ryan Reynolds y Bob McElhenney no les fue nada fácil ganarse el apoyo de los aficionados del Wrexham AFC, quienes naturalmente son sus críticos más duros. “Hay una versión de la historia en la que somos villanos. No funciona, tenemos que venderlo, y nosotros somos los malos”, admite Ryan genuinamente aterrorizado, aunque luego de una breve pausa vuelve a mostrar su entusiasmo: “A la mierda. Va a funcionar”.
El comediante Humphrey Ker, a quien Reynolds y McElhenney nombraron director ejecutivo del Wrexham AFC, reconoció en las últimas horas que los fanáticos no siempre fueron amables y que los insultaron en el primer partido al que asistieron: fue un empate 1-1 contra Maidenhead, concediendo un gol en el minuto 92. “Recibieron insultos y creo que realmente lo disfrutaron”, desveló Ker, originalmente fanático del Liverpool y muy consciente de esa relación amor-odio con los propietarios. Hoy viven un presente completamente distinto y ya han sido ovacionados en sus partidos como local.
“Ninguno de los que estamos en esto es por el dinero. Queremos construir algo sostenible. Nos encanta el deporte. Nos encanta contar historias a través del deporte. Tienes que manejarlo como un negocio, pero principalmente con negocios como este, solo estás tratando de hacerlos pagar. Creo que este es un club que puede llegar muy lejos, con suerte en poco tiempo. Creemos que Wrexham puede ser una potencia mundial”, concluyó Reynolds.
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