Cuauhtémoc Blanco y José Ramón Fernández entablaron una de las rivalidades extradeportivas más conocidas en los primeros años del Siglo XXI. En una ocasión, cuando la Liga MX enfrentó al equipo Monarcas Morelia, ligado entonces a TV Azteca, y a las Águilas del América, relacionados con Televisa, en el Estadio Morelos, el número 10 de los capitalinos dedicó un polémico festejo al periodista deportivo, quien en días anteriores habló mal de su equipo.
El 20 de enero de 2006, la capital michoacana albergó el encuentro que llegó a ser bautizado como el Clásico del Periférico, debido a la ubicación de las dos televisoras. En días previos, el reconocido antiamericanista José Ramón Fernández había aprovechado su noticiero deportivo para criticar al cuadro azulcrema y vaticinar una victoria del representativo que entonces representaba a su empresa.
Con el pitazo, los ánimos por imponerse se hicieron notar entre los jugadores. Los primeros en anotar gol fueron los locales. En el minuto 7, Fernando Arce aprovechó un rebote, producto de un error en la zaga americanista, y definió con la parte interna para superar a Guillermo Ochoa y hacer estallar las gargantas de las gradas del recinto deportivo.
La tempranera anotación no mermó el estado de los dos equipos, aunque puso en ventaja al bando michoacano. Las Águilas de Victor Manuel Aguado intentaron ordenar sus líneas y ejercieron ataques constantes contra el arco rival. Gracias a ello, a quince minutos del descanso de medio tiempo, consiguieron una falta en los linderos del área que fue concretada gracias a la depurada técnica de Pavel Pardo.
El ánimo de disputar un partido considerado como clásico impulsó a los jugadores a no ceder ningún metro de terreno. En ese sentido, la paridad se mantuvo en los minutos siguientes pero sin dejar de experimentar llegadas en ambos lados. No fue sino hasta el minuto 73 cuando el equipo ejecutó una jugada que lo caracterizó desde el semestre donde conquistaron la décima estrella.
Tras un ataque fallido de los de Morelia, Germán Villa ejecutó un contragolpe fugaz. Acostumbrado a la dinámica, apenas volteó hacia el arco rival, envió un servicio largo hacia la banda derecha. Claudio El Piojo López recibió y condujo hasta la línea de fondo superando la marca de su rival gracias a su velocidad. Antes de abandonar el campo, envió un centro que Cuauhtémoc Blanco convirtió en gol gracias a su remate con la cabeza.
En ese momento, el 10 americanista se acercó a una de las cámaras ubicada detrás de la portería y realizó un efusivo festejo donde también envió un beso. El trámite del encuentro se complicó al visitante con la expulsión del defensor central Duilio Davino y parecía que los de Monarcas empatarían el encuentro desde los once pasos, pero Memo Ochoa volvió a ser determinante para evitarlo.
Al finalizar el partido, los jugadores del América celebraron al centro del rectángulo y aplaudieron la agónica victoria. Por haberse desarrollado en el Estadio Morelos, la cobertura estuvo a cargo del equipo de Azteca Deportes, quienes entrevistaron a Blanco al término. El reportero lo cuestionó sobre su sentir tras el resultado, así como el motivo de su festejo, por lo que el futbolista declaró:
“Se lo dedico a la gente que siempre está hable y hable. Ya les dije que no hablen antes de los partidos siempre y cuando lo demuestren en la cancha. Hay gente igual en TV Azteca, les mando un beso. No hablen antes de los partidos porque les va mal (...) (El beso) es para José Ramón nada más, ya le dije que nunca hable de más antes de los partidos”, finalizó.
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