Un empresario que jugaba al fútbol sala. Un técnico de fútbol que ya no ejerce. Un estudiante de magisterio que no quiso continuar. José Fuentes es muchas cosas, pero su nombre tomó verdadera relevancia en el deporte uruguayo cuando fue electo como presidente del Club Nacional de Fútbol en 2021. Su mandato no comenzó con el rendimiento que hubiera deseado -viendo cómo su tradicional rival se llevaba el campeonato local en la última fecha—, pero lo mejor estaría por venir.
Entre idas y vueltas con Gallardo para llegar a River Plate, Luis Suárez comentó en una entrevista que estaba dolido porque Nacional, club en el que se formó como futbolista, no había consultado por su situación. Mientras periodistas e hinchas criticaban al Pistolero a través de redes sociales, Fuentes decidió escribirle un mensaje y comenzar una “relación de respeto” que desembocaría en un pase histórico y la vuelta inesperada de un ídolo a su club. El martes 26 de julio, el presidente daba la noticia: Luis Suárez era jugador de Nacional.
En una entrevista con Infobae, Fuentes conversó sobre los detalles del pase, cómo fue su ida a España para seducir al jugador, cómo vivió la incertidumbre tras la llegada de ofertas “difíciles de rechazar” y la sensación que se vive en el club luego de la euforia inicial. “La alegría de la gente es brutal. Si estarán locos que hasta me piden fotos a mí”, declaró.
También se refirió a las denuncias dirigidas hacia algunos jugadores del plantel por un presunto caso de abuso sexual.
-¿Qué pensó cuando escuchó aquella entrevista en la que Luis Suárez decía estar “sorprendido” porque no lo habían llamado de Nacional durante el período en el que buscaba equipo?
-Tenía dos opciones: o enojarme y responder a un enojo con enojo o tratar de hacer de ese momento de crisis una oportunidad. A mí me pareció que, por más que en ese momento no lo manifestaba, él hubiera querido en su momento que Nacional le diera ese afecto que después le dio. Lo que traté fue de generar una relación y así fue. Después de la entrevista le mandé un mensaje diciéndole que a nosotros nos interesaba mucho su presencia y también le dije que, si había habido una omisión, había sido mia por no haber asumido la posibilidad de que viniera al club. A partir de ahí comenzamos a intercambiar mensajes y después la hinchada hizo lo que faltaba, que fue demostrarle todo el cariño que siente por él.
-¿Cuál fue el siguiente paso?
-Viajé a España sin decir nada. Lo fui a visitar a su casa para hacerle ver que el interés de Nacional era genuino. Me parecía que si el presidente iba hasta ahí era una muestra más de que realmente Nacional estaba interesado en tenerlo. Recién ahí me di cuenta de que había una chance, porque a él lo había conmovido la muestra de afecto que había recibido, el apoyo de su familia y por otra parte que Nacional le podía ofrecer competencia desde el día uno. Entre lo que puso la hinchada y todo lo que él dejó de lado en cuanto a las propuestas que tenía, se pudo dar esto que es bastante milagroso. Es una locura lo que el hombre genera.
-¿Cómo fue la reunión que mantuvieron en Madrid?
-Yo no le avisé que iba y tampoco sabía si él iba a estar en Madrid o en Barcelona. Llegué a Madrid a las 5 de la mañana y me quedé en el aeropuerto porque capaz que me tenía que ir a Barcelona; justamente se mudó al otro dia. A eso de las 11 me contestó el teléfono y acordamos vernos en la tarde. Me recibió en su casa en plena mudanza y estuvimos conversando por aproximádamente 50 minutos.
-¿Hubiera sido posible llegar a este acuerdo sin el apoyo de la hinchada?
-Para mí era imposible. Yo podría haber ido varias veces a Madrid pero si detrás no estaba el respaldo de la hinchada —con la movida que fue prácticamente revolucionaria, siendo tendencia en Twitter por casi un mes y recorriendo los medios del mundo— hubiera sido imposible.
-¿Cómo manejó la cantidad de rumores que circulaban sobre el pase de Suárez?
-Siempre logré mantener el respeto... Jamás me aparté y fui muy cuidadoso en no decir nada diferente a lo que habíamos hablado ni generar expectativa, porque la posibilidad más cierta era que el acuerdo no se diera. Tampoco quería vender humo. Creo que fue importante generar esa confianza.
-¿En qué momento empezó a notar que las negociaciones avanzaban y cómo afectaron las otras propuestas?
-Fue el propio Suárez que me fue dando cada vez más certezas, hasta que dos días antes de cerrar casi se me cae el mundo abajo. Él me había dicho que estaba cerca de decir que sí y que el domingo (24 de julio) tomaría la decisión final. Yo intuía que la respuesta iba a ser positiva por todo lo que veníamos hablando, pero le llegaron dos ofertas interesentas. Yo las vi y eran muy difíciles de rechazar. No obstante, le dio prioridad a los sentimientos de él y de su familia y les dijo que no. El martes (26 de julio) me dijo que iba a publicar un video agradeciéndole a la hinchada y que después de eso yo podía dar la noticia públicamente.
-¿Qué fue lo que pesó más en la decisión del pistolero?
-Yo creo que fue el cariño que le hicieron llegar desde la hinchada sumado a que su familia le transmitió que quería venir a Uruguay. Eso fue decisivo, era lo que le faltaba para convencerse. Él dejó mucho dinero sobre la mesa. Lo otro que jugó a favor es que su gran objetivo es llegar bien al mundial y esto le da la posibilidad de estar cerca del Complejo Celeste y en contacto directo con la Selección Uruguaya. Cuando yo lo hice un ofrecimiento por encima de lo que gana el resto de los jugadores, él me dijo que él quería ganar lo mismo que ganaba todo el plantel y que quería las mismas condiciones. Ahí me di cuenta de que esto venía en serio.
-¿Cómo repercutió a nivel de socios y de ventas de camisetas?
-Desde que comenzó la movida el club recibió 8.000 socios, aunque no son todos nuevos. Muchas personas dejaron de pagar durante la pandemia y ahora se reactivaron... Butacas se vendieron entre 500 y 600. Respecto a las camisetas habremos vendido entre 5.000 y 6.000 a nivel nacional. Vender esa cantidad en el mercado uruguayo puede llevar un año... Con Suárez se vendió en menos de un mes lo que se vende normalmente en 10 o 12 meses, y esto recién empieza. Además tuvimos que limitar la venta porque no teníamos stock. Recién a fines de agosto van a llegar las partidas grandes que se van a poder vender masivamente. Ya hay una lista de preventa con miles de personas anotadas.
-¿Sentís que el hecho de que haya venido a la Liga Uruguaya le da otro nivel e interés mismo a toda la liga a nivel internacional?
-Absolutamente. Nacional llenó el Parque Central tres partidos seguidos y uno fue con el equipo que iba último en el campeonato. Además, como efecto directo, Peñarol —que está muy mal— también vendió muchísimas entradas. Toda la liga se jerarquizó con su llegada. Hoy el mundo entero está mirando lo que pasa en Uruguay. El domingo fuimos a jugar a un estadio el cual las condiciones eran muy precarias y las fotos del lugar circularon alrededor del mundo. Obviamente es por el efecto Suárez.
-¿Cómo valoras el impacto de Suárez en el equipo a nivel futbolístico?
-Bien. Él recién esta recuperando su forma. Vino muy bien físicamente pero estaba fuera de forma futbolística. El domingo jugó los 90 minutos y el segundo tiempo estuvo muy bien, con 4 o 5 jugadas que marcaron la diferencia. En los partidos anteriores ingresó poco por cuestiones que él coordinó con el entrenador; nadie sabe mejor que él cómo se encuentra. Desde el punto de vista futbolístico no tengo dudas de que le va a sumar muchísimo a nacional. Cuando uno está tantos años en el top los que están al lado tuyo solo pueden recibir beneficios.
-¿Cómo ve al equipo? ¿Había sido armado en vistas de ganar la Copa Sudamericana?
-El plantel se armó para ganar todo en Uruguay como equipo grande que es Nacional, pero al final nos llevamos un golpe grande. Lo que sucede es que la llegada de Suárez magnificó todo... Pero es el mismo plantel que está primero en la tabla anual. No armamos algo distinto para la Sudamericana, es un plantel de acuerdo a las posibilidades de Nacional. El equipo funciona bien a nivel local pero hay una clara diferencia con los planteles brasileños que cada vez se nota más. Incluso se nota entre Brasil y Argentina. Los campeonatos se están tornando muy desiguales.
-¿En algún momento le preocupó que la llegada de Suárez desconcentrara al equipo?
-No sé si la palabra es desconcentrar, pero obviamente te quita el foco por un momento. Es cierto que fue una conmoción a la que en Uruguay no estamos acostumbrados, pero creo que fue todo positivo. Están todos encantados de jugar con Suárez porque también es una manera de valorizarse. Su llegada fue un fenómeno que yo nunca había visto en Uruguay.
-¿Cómo son los días de Luis Suárez entrenando en Uruguay?
-Nos cambió todo, pero él tiene la humildad de los grandes. Ahora mismo comparte habitación con Brian Ocampo, como hacen todos los jugadores... Entrena como uno más, gana como uno más y no tiene ni quiere ningún tipo de beneficio adicional. Él pone mucho para que lo sientan como uno más a pesar de su trayectoria. Tuvimos que reforzar la seguridad... Lo que ocurre es que a estos ídolos les resulta muy difícil tener una vida normal, porque a veces el afecto termina siendo un poco de acoso, entonces tenemos que tratar de cuidar eso y darle la privacidad que merece.
-¿Hasta cuándo estará en el equipo?
-Hasta fin de año.
-¿Cómo vivió y vive el club esta situación de euforia, expectativa y luego dos derrotas fuertes?
-La alegría de la gente es brutal. Si estarán locos que hasta me piden fotos a mi. Obviamente tuvimos el golpe de la Copa Sudamericana porque la gente se generó ilusiones. Suárez es un excelente jugador pero tampoco es mago. Si juegas contra un equipo superior al tuyo vas a perder, como nos pasó... Capaz que fue un golpe de realidad. Los equipos brasileños tienen eso: un día se levantan inspirados y son diferentes. Atlético Goianiense es de media tabla brasileña y nos ganó en la serie 4 a 0... Eso refleja la diferencia entre el fútbol uruguayo y el de Brasil. Este fue un golpe grande que nos costó asimilar, pero ahora la gente empieza a sentir otra vez la misma energía con la que estuvo por un mes y medio.
-Actualmente se investiga un posible caso de abuso sexual por parte de dos jugadores del club y un tercero que ya no está más, ¿qué se sabe?
-No tengo idea porque al club no llegó ninguna denuncia formal. Por ahora solo conozco los rumores y voy a opinar cuando tenga algo oficial. Lo único que puedo decir es que llama la atención que la noticia haya aparecido al día siguiente de que perdiéramos. Eso es significativo. Quedamos eliminados de la Sudamericana y al otro día un periodista apareció con esta noticia.
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