Las autoridades del París Saint Germain están enfocadas en enterrar el conflicto que estalló el último fin de semana entre Neymar y Kylian Mbappé. Sin embargo, la guerra fría que desató este “penaltygate II” continúa especialmente con información que aparece en los medios brasileños que informan día a día sobre los pormenores del problema entre la estrella de ese país y la figura francesa.
Después de los detalles que se conocieron en la prensa brasileña recientemente, el medio UOL reveló que el cortocircuito dejó las chispas encendidas en el vestuario del PSG. El “reinado” de Mbappé, aseguraron, empezó convulsionado y marcaron que el “nuevo orden” está “tambaleando” después de sus reacciones en el encuentro contra Montpellier, el primero de titular durante la temporada. Esos gestos de fastidio en cancha profundizaron las molestias que distintos futbolistas tienen “desde hace tiempo”, inclusive llamó más la atención su desentendimiento en una jugada de ataque por no recibir un pase que la discusión del penal con Ney.
El periodista Thiago Arantes afirmó que puertas adentro ven que Kiki se está comportando distinto desde que logró una resonante renovación de contrato y algunos compañeros lo definen en la intimidad como “mimado” e “insoportable”.
Las fuentes citadas advierten que hay dos factores en el proceso de conversión que vive Mbappé después de ponerle la firma al nuevo vínculo hasta el 2025. Sus ingresos son superiores a los pautados con Neymar y Lionel Messi, pero el punto que le da mayor espalda es la influencia que empezó a tener en las decisiones ajenas a lo que ocurre en la cancha cada partido. Advierten que expresó cierta conformidad ante las salidas de Mauricio Pochettino y Leonardo, pero otro ítem es el más fuerte: le habría pedido al presidente Nasser Al-Khelaifi “desmantelar la República Argentina que existía en el vestuario”.
Ese mencionado núcleo estaba compuesto por los cuatro argentinos que pertencían a la plantilla hasta la temporada anterior, pero también se menciona al español Ander Herrera y al costarricense Keylor Navas. Aunque además aclaran que Neymar “está cerca del grupo de argentinos”. El detalle es que Ángel Di María se marchó libre a Juventus, Mauro Icardi fue enviado a entrenar con los prescindibles en otro turno mientras busca club y Leandro Paredes negocia contrarreloj su marcha a la Vecchia Signora de Italia. El español Herrera también fue separado del plantel profesional y Navas fue designado como suplente de Gianluigi Donnarumma, una determinación que lo empujó a negociar su arribo al Napoli.
Este proceso de desmantelar los grupos tendría como finalidad “crear un nuevo orden” como ya ocurrió en el pasado cuando se optó por dejar partir a los brasileños Thiago Silva y Daniel Alves.
En esta línea argumental no suena casual que dos de los refuerzos que llegaron son franceses tal es el caso del defensor Nordi Mukiele y el delantero Hugo Ekitike. Incluso el propio presidente reveló los planes en una entrevista con Le Parisien de semanas atrás: “Mi objetivo para los próximos años es tener solo jugadores parisinos en nuestro equipo”. Sin embargo, el camino por ahora es sinuoso en la intimidad: “El esperado proceso de convertir a Mbappé en líder del grupo aún no se ha producido”, aclaró el periodista Thiago Arantes.
Nadie pasa por alto que PSG filtró durante el mercado de pases la intención de escuchar ofertas por Neymar, al mismo tiempo que las versiones apuntan que Mbappé no se opuso a ese hecho, algo que habría terminar de resquebrajar el vínculo entre las dos figuras que en el 2017 eran cercanas en el vestuario.
Sin embargo, en Brasil aseguran que el otro factor que impulsó el cambio de personalidad de Kylian en el grupo es su madre y manager Fayza Lamari, quien desde hace tiempo influye para que su hijo “se imponga en el vestuario” y hasta dejó entrever cierto descontento con algunas bromas de sus compañeros con el futbolista. “Con el nuevo contrato y la expectativa de ser el nuevo líder del club, se intensificó la exigencia de una postura diferente”, afirmaron.
Christope Galtier se encargó de terminar públicamente con el cortocircuito que hubo en el “penaltygate” después de los cónclaves que se realizaron tras el hecho. “No hay molestias. Es un epifenómeno, un fenómeno secundario. Obviamente nos vimos al día siguiente para limar todo eso y decirnos lo que nos teníamos que decir entre nosotros”, afirmó en conferencia de prensa. El club buscó una resolución diplomática, si bien hay una coincidencia generalizada con que este es el primer gran desafío para el nuevo DT. Según aclaran, Galtier es respetado por las estrellas, incluso cuenta con una valoración especial de Messi, pero deberá mostrar su poder de gestión para desactivar una bomba que amenaza con dinamitar el vestuario.
SEGUIR LEYENDO: