Una de las peleas más recordadas en la trayectoria de Julio César Chávez se trató de la que tuvo ante Héctor Macho Camacho en la década de los noventa. Aquel combate que significó la retención del título superligero del CMB para el mexicano ya que demostró la calidad de boxeador que era y el público reconoció la exhibición que dieron ambos peleadores en el cuadrilátero.
Debido a la expectativa que había, un sinfín de apuestas corrieron aquella noche en el Thomas and Mack Center de Las Vegas, Nevada, EEUU. Carlos Rosales, hijo del ex boxeador Pancho Rosales, recordó una de las apuestas que generó grandes sumas de dinero y que causó que el público se “decepcionara” del resultado.
Para el podcast Un Round Más, Carlos Rosales reveló que diversas figuras del pugilismo (como Carlos Rosales y Ricardo Maldonado) invirtieron una suma grande de dólares para intentar adivinar lo que pasaría arriba del cuadrilátero.
Ya que Chávez González tenía la racha de derrotar a la mayoría de sus rivales por la vía del nocaut, no había dudas de que para su defensa del título ante el puertorriqueño pasaría lo mismo, así que la apuesta más importante de la pelea no era la del resultado, sino de atinar en qué round habría nocaut.
De acuerdo con el hijo de Pancho Rosales, la apuesta rondaba cerca de los USD 50 mil pues tanto Carlos Rosales como Ricardo Maldonado invirtieron dicha cantidad en el resultado puesto que la quiniela decía que para cobrar el premio el golpe contundente debía ser antes del round diez y medio.
“La apuesta grande no era quién ganara, sino que no iba a haber nocaut antes del round 10 y medio, esa era la apuesta grande, no si ganaba Chávez o si ganaba el Macho Camacho”.
Fue así como varios seguidores del gran campeón mexicano invirtieron su dinero y confiaron en las habilidades de Julio César para llevar a la lona a Héctor Camacho. La pelea se dio el 12 de septiembre de 1992 ante 19 mil espectadores.
En cuanto sonó la campana, el público volcó su entusiasmo al ring y alentó al señor nocaut, quien respondió con una combinación de golpes que fue dañando la integridad de su rival. A pesar del castigo que le propició a Héctor Macho Camacho, el retador no cedió y logró reponerse a cada uno de los golpes; cuando parecía que llegaría el ansiado nocaut, el puertorriqueño le daba la vuelta al escenario y ambos terminaban yéndose a sus esquinas.
Fue así como se llegó al límite de la apuesta y como no hubo nocaut, todas las personas que invirtieron un boleto en la apuesta perdieron su dinero. Así lo recordó el hijo del ex boxeador mexicano:
“Todos felices porque estaba ganando Chávez, no había duda, pero en cuanto pasó el round 10 y medio, la mitad de la gente se enfrío. Todo mundo a chillar”.
La pelea llegó al doceavo round y no hubo nocaut, así acabó, el ganador se otorgó por decisión unánime. Con las tarjetas 119 - 110, 120 - 107 y 117 - 110 Julio César Chávez se llevó la victoria y defendió su cetro nuevamente ante el Macho Camacho, pero arruinó la expectativa de la afición. Por ello Carlos Rosales aseguró que los casinos saben qué peleas y cuáles no dejarán ganancias.
“Los casinos no son tontos, no todas las peleas cotizan, puedes ir a un casino vas a ver que no todas las peleas cotizan, solo la que ellos creen”, agregó.
Aunque la pelea de Chávez contra el Macho Camacho fue una de las mejores en la trayectoria del mexicano, el César mantuvo una relación de amistad con él hasta que Héctor fue asesinado en 2012.
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