Cuando los boxeadores empiezan su camino para convertirse en figuras reconocidas del deporte de los puños y guantes llegan a cometer diferentes errores, pero algunos pueden ser más conflictivos; tal pasó con Gilberto Zurdo Ramírez, quien llegó a estar preso debido a su intención de convertirse en un púgil profesional.
Recientemente el peleador mexicano confesó que en una ocasión pisó la cárcel por participar en peleas no oficiales. Fue en entrevista con Marco Antonio Barrera para el podcast Un Round Más en donde confesó cómo fue aquella experiencia en sus inicios en el boxeo.
Fue en agosto de 2009 cuando debutó en el campo profesional del boxeo, pero antes de ello se enfrentó al temor de su familia por los peligros del box, pues sus padres temían por la integridad de Gilberto, pero con la idea de demostrar lo contrario participó en peleas callejeras sin ninguna preparación previa; salía solo con el objetivo de probarse arriba del ring.
Pero en una de esas actuaciones no resultó como esperaba y la policía lo aprehendió y lo llevó preso por combatir en calles de Mazatlán, Sinaloa, de manera ilegal. Sin revelar los detalles de lo que pasó aquel día, confesó que la situación coincidió cuando recién había cumplido la mayoría de edad.
“Cuando cumplí 18 años me metieron a la cárcel por estar peleando en la calle”
A pesar de que no pasó mucho tiempo dentro del centro penitenciario, sí batalló las 24 horas que estuvo dentro pues conoció las condiciones en las que viven los presos y la falta de higiene y salud dentro del lugar, por lo que se arrepintió de participar en peleas ilegales de box.
“Estuve un día nada más y estaban las literas de piedra y un chin*** como de chinches había”.
Cuando el ex boxeador y conductor del programa le cuestionó qué pasó cuando entró a la cárcel, confesó que ni siquiera una cobija le dieron en su llegada al lugar pues solo ingresó con lo único que traía puesto y así pasó la noche.
Además recordó que el ambiente dentro del lugar era propicio para que las personas abusaran de “los nuevos” pues aseguró que tuvo que pelear contra otros presos para pasar la noche sin mayores conflictos.
“No, ¿cuál cobija? así. Me acuerdo que todo estaba lleno y pues ¿dónde?, y ya estando adentro pues te quieren pegar también y tienes que pelear”, añadió.
Finalmente cerró su participación con lo que pasaba por su mente ya que afirmó que ‘”Qué necesidad de estar aquí', decía. No hay necesidad”. Con un día en la cárcel aprendió la lección y si quería ser un boxeador profesional debía formalizar sus combates y su preparación. Fue así como inició su trayectoria y debutó ante Jeseth Magallanes el 21 de agosto de 2009 en el Gimnasio German Evers de Mazatlán.
Su primera pelea se la llevó con una victoria por la vía del nocaut. Y a partir de ese momento empezó una racha de victorias que hasta la fecha lo mantienen como invicto con un récord personal de 44 victorias, 30 por la vía del cloroformo y 14 por decisión de los jueces.
Ahora el peleador de 31 años se preparará para la mayor prueba de su carrera ya que se convirtió en el retador oficial de Dmitry Bivol por el cinturón de los semipesados de la AMB (Asociación Mundial de Boxeo). Luego de que el organismo dictara la obligación del ruso por pelear con el Zurdo solo faltaría conocer la fecha oficial del combate para ver a un mexicano más medirse ante Bivol.
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