Brasil está de luto tras el asesinato del ocho veces campeón del mundo de Jiu Jitsu Leandro Lo. Según los testigos que presenciaron el hecho, el presunto asesino sería Henrique Otavio Oliveira Velozo un oficial de la Policía Militarizada de la ciudad paulista y de 30 años, quien tras mantener una discusión dentro del Club Sirio (San Pablo) sacó su arma y le disparó un tiro en la cabeza.
Como si fuera poco, antes de escaparse de la escena del crimen, y según el relato de la abogada del atleta Iva Siqueira Junior, Velozo pateó hasta dos veces a Lo, quien permanecía tirado ensangrentado en el suelo.
“Él entró, tomó una botella de licor de nuestra mesa. Lo sólo lo inmovilizó para calmarlo. Él dio cuatro o cinco pasos y disparó”, aseguró un testigo al periódico Folha Do S.Pablo. Posteriormente, la representante legal de la familia, agregó que al momento de tomar la botella de alcohol, Velozo comenzó a sacudirla mientras miraba desafiantemente al luchador como una forma de provocación.
Fue entonces cuando se llevó a cabo el altercado que el deportista decidió terminar con una llave sobre el brazo del oficial para calmarlo. En ese momento, otras personas se acercaron para separarlos y, según los testimonios a los que tuvo acceso la abogada, el hombre sacó una pistola y le disparó en la cabeza.
Fanático de las armas como se mostraba en sus redes sociales, las cuales optó por cerrar debido al hostigamiento y las amenazas que comenzó a recibir, el teniente conocía a Leandro Lo de antes ya que ambos practicaban la misma arte marcial brasileña. “Esa persona lo conocía, porque también practica jiu jitsu. Fue ahí para matarlo, sin dudas, pero no sabemos por qué”, relató Fátima, madre del atleta en diálogo con el periódico O Globo.
El oficial, que horas después del crimen decidió entregarse por su cuenta ante sus superiores en la Corregiduría de la corporación e inmediatamente fue arrestado como sospechoso, también se caracteriza por ser un hombre agresivo y altanero.
Prueba de ello es el antecedente que tiene en su historial por desafiar y golpear al soldado de la PM Flávio Alves Ferreira (de menor rango en la escala jerárquica).
El 27 de octubre del 2017, el teniente (en su día de descanso y vestido de civil) había ido a la discoteca The Week junto a su primo y fueron atacados por un grupo de personas. Cuando llegó la policía, el soldado Flavio se dispuso a hablar con Velozo, quien parecía nervioso, molesto y en estado de ebriedad.
“El soldado (Flavio) se alejó del imputado y estiró su brazo, con la clara intención de mantenerlo a distancia. En ese momento, el teniente (Velozo) le dio un puñetazo en el brazo al soldado. El acusado lanzó otro puñetazo, con el objetivo de golpear al soldado en la cara”, comunicaba una parte del informe de la denuncia.
Pese a que el Ministerio Público condenó al teniente por agresión y desacato, El 15 de septiembre de 2020, el Consejo Especial de Justicia terminó absolviendo a Velozo de ambos cargos.
Mientras familiares, deportistas y amigos le dieron el último adiós a Leandro Lo en el Cementerio Morumbi de San Pablo, al que la mayoría de los atletas se presentaron con sus kimonos deportivos a modo de homenaje, el presunto asesino fue imputado bajo sospecha de homicidio agravado por motivo fútil, según la Dirección de Seguridad Pública del Estado (SPP)
Al ser detenido, Velozo había sido sentenciado a 30 días de prisión provisional mientras se investigara el caso y fue trasladado a la Prisión Militar de Romao Gomes, al norte de la ciudad paulista. Ninguna voz oficial se alzó en defensa del policía en cuestión, sin embargo, tras el trágico episodio se pudo ver a un abogado de la Policía Militar ingresando a las instalaciones pero sin dar declaraciones a la prensa.
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