Los mejores deportistas del planeta no sólo se exigen al máximo durante sus entrenamientos, sino también durante sus comidas. Para cuidar su físico y poder dar todo en la cancha, los atletas de alto rendimiento se someten a estrictos régimen alimentarios y los futbolistas no están exentos. Si bien algunos de los mejores jugadores del planeta, como Cristiano Ronaldo o Zlatan Ibrahimovic, cuentan con sus propios chefs y nutricionistas, la mayoría sigue las recomendaciones que les dan los especialistas de sus clubes. En este contexto, uno de ellos contó detalles de cómo se trabaja en ese ambiente.
Liam Holmes hace 12 años que establece planes alimenticios para futbolistas de la Premier League y entre otros ha trabajado con los planteles del Fluham, del Tottenham, con estrellas particulares y hasta con la selección de Irlanda. Actualmente se desempeña en el Celtic de Escocia y en diálogo con el portal The Sun ha hecho públicos los pormenores de las dietas de los profesionales del balompié.
Antes que nada, el británico explicó que lo fundamental no solo es que los atletas sigan las recomendaciones a rajatabla, sino que además lo hagan de manera constante durante toda la temporada, ya que de nada sirve someterse a un régimen de manera esporádica o sólo para disputar partidos importantes.
El nutricionista contó entonces qué les da de comer a los jugadores la noche anterior a un cotejo: “La mayoría de los jugadores comen exactamente la misma comida la noche anterior a un partido. Si estás planeando un gran entrenamiento o tienes un gran partido de fútbol, siempre recomiendo esta estrategia: una gran porción de carbohidratos como arroz, papas, granos o panes, acompañados de una porción de proteína magra y vegetales”. Esto “ayuda a recargar las reservas de energía listas para el partido al mismo tiempo que proporciona micronutrientes para la recuperación”.
A su vez, el día del partido se evita la sobrecarga en todo punto de vista por eso “una comida típica previa tiende a consistir en una pequeña porción de proteína magra, algunos carbohidratos simples como un puñado de arroz integral, algunas verduras y una pequeña porción de grasa, como queso o aguacate”. Los carbohidratos bajos en fibra son claves en esta instancia al igual que las verduras de fácil digestión para que los jugadores se sientan ligeros. Es por eso que en un plato previo a saltar a la cancha, se pueden encontrar guisantes, zanahorias o arroz.
Una vez terminada la acción se sigue adelante el plan de las “tres R”: rehidratarse, repararse y reponerse. “Los jugadores toman algún tipo de batido de recuperación, que incluye proteínas, electrolitos y carbohidratos para iniciar el proceso”, contó Holmes, quien además explicó que éstos se pueden comprar en las tiendas de nutrición, por lo que cualquier persona puede acceder a ellos si lo desea.
Además, se les recomienda a los jugadores no comer un plato hasta dentro de 60 o 90 minutos después del pitazo final. En cambio, sí se puede optar durante este período por algún bocadillo sano o una fruta.
La dieta sigue al día siguiente con un desayuno que incluya huevos, yogur griego, nueces, bayas, batidos y frijoles para aliviar los dolores musculares y recargar energías. Ya en el almuerzo, y teniendo en cuenta que ese día no suele haber entrenamientos, “el menú incluye salmón o carne de res o muslo de pollo, acompañado por papas, granos y muchas frutas y verduras”.
También destaca como vital que los futbolistas ingieran proteínas durante todo ese día de manera constante: “Las frutas de color oscuro como las bayas, las verduras verdes, el pescado azul como el salmón, los tomates, los pimientos y las especias pueden ayudar a la recuperación”.
Por último, “la merienda antes de acostarse generalmente será yogur griego y fruta o requesón y tortas de avena para proporcionar proteínas de liberación lenta durante la noche y ayudar aún más a la recuperación”.
Obviamente hay alimentos que están vetados. Si bien Holmes reconoce que los futbolistas antes que profesionales son personas y muchas veces merecen sucumbir ante una pequeña tentación, esta debe permitirse fuera de los tiempos de pretemporada, es decir cuando no hay entrenamientos diarios ni partidos. Solo en esos momentos, y en algunas ocasiones, puede levantarse la prohibición que rige sobre el alcohol, los fritos, los alimentos muy grasosos y los procesados.
De esta manera, las papas fritas, las gaseosas, las galletitas o los pasteles, entre otros, quedan fuera del régimen. “Evitan estos alimentos ultra procesados porque tienen poca o ninguna calidad nutricional y pueden contribuir a la inflamación, algo que queremos evitar activamente en los futbolistas tanto como sea posible”, señaló Liam.
Aunque, curiosamente, los dulces o algunas tartas pueden colarse. Debido a que son densos en azúcar, estos alimentos son capaces de reponer rápidamente la energía como casi ningún otro, aunque su valor nutricional no sea bueno. Por eso, si es necesario, pueden consumirse en el entretiempo de algún partido o durante un entrenamiento muy exigente para evitar e incluso las bajas de presión.
Uno de las infusiones más controversiales es el café. Según la opinión de este nutricionista, la cafeína no tiene por qué ser negativa en incluso puede ayudar a un buen rendimiento si se consume minutos antes de un partido o de un entrenamiento, incluso mediante bebidas energéticas. Sin embargo, no es recomendable por la noche ya que el descanso es fundamental para cualquier deportista.
SEGUIR LEYENDO: