Ryan Giggs fue denunciado de actos de violencia tanto física como psicológica contra su expareja Kate Greville y esta semana ha comenzado el juicio en Inglaterra. El ex jugador del Manchester United está acusado de comportamiento de control durante su relación que comenzó en 2017 y acabó el día que se la mujer acudió a la Policía. Entre sus acusaciones figuran “aislamiento, menosprecio, humillación, acoso, degradación y malos tratos”.
Esta martes, los miembros del jurado vieron fragmentos de la declaración que Greville hizo ante las autoridades el día que decidió pedir ayuda por el calvario que vivía al lado de quien por entonces era entrenador de la selección de Gales, cargo al que renunció después de que estallara el escándalo en la escena pública.
Durante la audiencia en una corte de Mánchester el representante de la fiscalía, Peter Wright, afirmó a los jurados que Giggs era el responsable de “una multitud de actos de violencia tanto física como psicológica, contra una mujer a la que dice amar”. Ahora, se pudo escuchar en detalle alguno de esos episodios en voz de la supuesta víctima, en las grabaciones de video aportadas por la Policía.
“Él querría tener sexo todo el tiempo. No me obligó, pero usó el sexo para llegar a mí. Me enviaba mensajes realmente sexuales. Cuando no hablábamos, me enviaba mensajes o fotos sexuales. Constantemente recibía mensajes abusivos. Era un ciclo de abuso y luego silencio. Me hacía sentir como si estuviera amenazando mi trabajo. Estaba tan preocupada de que arruinara mi carrera”, declaró la mujer al relatar cómo fue el comienzo del vínculo: “Entonces descubrí que había estado en una relación todo el tiempo. Vino y tuvo relaciones sexuales. Me sentí utilizada todo el tiempo. Quería tener relaciones sexuales cada dos días. (Mientras tanto él) Estaba teniendo relaciones sexuales con otra chica totalmente diferente”.
Greville aseguró que el ex futbolista la humillaba constantemente y que protestaba por “la forma en la que tendía la cama” o “cóm cargaba el lavavajillas″: “Era como si yo fuera una criada, yo era su miembro del personal”, sostuvo.
Si bien no hubo demasiados episodios de violencia física extrema, sino más bien psicológica, la mujer describió un hecho ocurrido en el hotel London Stafford cuando él estaba coqueteando con otras jóvenes que había en el lugar. Según su relato, al regresar de un club nocturno, Giggs la tomó del brazo, la sacó de la habitación que compartían y le impidió volver a ingresar: “Estaba desnuda y todas mis cosas estaban en medio del pasillo. Fue humillante. Tuve que volver a entrar con una toalla a mi alrededor”.
Las imágenes de su relato correspondían a noviembre de 2020, cuando la mujer de 36 años realizó la denuncia contra el ex jugador del Manchester United. Ese día, Giggs habría golpeado en la cabeza de Greville, hiriéndola en los labios, y le habría asestado un codazo en la mandíbula a su hermana, quien había intervenido para defenderla.
Por su parte, el abogado del ex futbolista, Chris Daw, declaró el lunes que su cliente “no había recurrido a ningún tipo de violencia ilegal”, al señalar que Giggs había reconocido que su comportamiento “a nivel moral estaba lejos de ser perfecto”. El ex centrocampista de 48 años que se declaró inocente de los cargos que le imputan se enfrenta a una condena de hasta cinco años de cárcel.
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