Alexander Zverev se convirtió en uno de los mejores tenistas del mundo de la generación que viene a tomar el lugar de jugadores históricos como Roger Federer, Rafael Nadal o Novak Djokovic. A los 25 años, y con 19 títulos en el circuito ATP, el alemán confirmó que padece diabetes desde que tiene cuatro años de edad.
“Cuando era pequeño no pensaba mucho en ello, después cada vez más. Quiero demostrar que se puede llegar muy lejos con esta enfermedad. Ahora, muchos años después y también con los éxitos cosechados a mis espaldas, me siento lo suficientemente cómodo y confiado como para hacer pública esta iniciativa”, dijo el nacido en Hamburgo.
Al mismo tiempo, Zverev anunció que va a crear una fundación para luchar contra la diabetes con el objetivo de ser un modelo para aquellas personas que tienen que convivir con esta enfermedad y apoyar a los niños “que aún pueden evitar contraer la diabetes con una vida activa y la prevención adecuada”, indicó.
El tenista, que llegó a ser número 2 del ranking mundial, y que todavía está buscando su primer título de Grand Slam -fue finalista en el US Open 2020 y llegó a las semifinales de Roland Garros este año-, tiene tipo de diabetes 1, que aún no es curable y por la cual los afectados tienen que inyectarse insulina por el resto de su vida. Es importante señalar que esta es una enfermedad metabólica que hace que el cuerpo tenga problemas para producir la insulina necesaria.
“Estoy en la situación privilegiada de vivir la vida que siempre quise. Mi objetivo era jugar al tenis, viajar a torneos por todo el mundo y ser uno de los mejores tenistas del planeta. Que lo haya conseguido es principalmente gracias a mis padres y a mi hermano, que siempre me apoyaron incondicionalmente y lo siguen haciendo”, agregó Zverev en su declaración.
La raqueta, que hace pocos días celebró el primer aniversario de la medalla de oro que logró en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 que se realizaron el año pasado con motivo de la postergación debido a la pandemia, explicó que proporcionará insulina y medicamentos vitales para niños y jóvenes, además de impulsar programas para ellos.
El pasado 3 de junio, Zverev fue protagonista de un dramático momento durante las semis del Abierto de Francia en el polvo de ladrillo parisino. Durante el tie break del segundo set en la Philippe Chatrier, Sascha se dobló el tobillo y tuvo que salir de la cancha en una silla de ruedas. Su grito de dolor estremeció a los casi 15 mil espectadores y a todos en la arena, además de que provocó la rápida reacción de los médicos, quienes se acercaron a asistirlo.
Por su parte, Rafa Nadal cruzó al otro lado de la pista, muy preocupado por su oponente, que fue retirado para evaluar la lesión en los vestuarios. Unos minutos más tarde, Zverev regresó a la pista con el pie derecho desnudo y apoyándose en unas muletas. Se despidió del público con mucho dolor y se abrazó para el tenista español, que avanzó a la final del torneo tras una batalla de tres horas y cinco minutos que tenía a favor tras haber ganado el primer set por 7-6.
Luego de lo vivido en Roland Garros, el alemán se operó de la lesión en el tobillo, en la que sufrió el desgarro de tres ligamentos, y está en plena recuperación. Su regreso al circuito todavía no está establecido.
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