Dura, disputada y táctica. La final de la Eurocopa de fútbol femenino fue para Inglaterra, que logró su primer gran título al vencer a Alemania por 2-1 en la prórroga. El encuentro se disputó en el mítico estadio de Wembley, con una presencia récord de espectadores, que demostró los progresos espectaculares del fútbol femenino en los últimos años.
Inglaterra puso fin a una larga espera, desde el Mundial de 1966 ganado por los hombres: "Football's coming home" (El fútbol vuelve a casa), el himno oficioso de las selecciones nacionales puede al fin sonar con un aire que no resulte irónico.
Ante más de 87.000 espectadores, un récord en la Eurocopa, masculina y femenina, Chloe Kelly dio el gol de la victoria a las ‘Leonas’ en el minuto 111. En el tiempo reglamentario Lina Magull (79) había respondido a Ella Toone (62). Al infligir a las alemanas su primera derrota en una final de la Eurocopa, después de que conquistasen 8 de 13 ediciones, las inglesas se ganaron el corazón de un país rendido a sus pies a lo largo del torneo.
Tres años después de un Mundial-2019 en Francia que ya había dado muestras de la trayectoria ascendente del fútbol femenino, y a pesar de la pandemia de COVID-19 entre medias, la Eurocopa inglesa finaliza con un éxito indiscutible. Un éxito popular en primer lugar, como demuestran los 87.192 espectadores en las gradas en la final, mucho más que el precedente récord para un partido de la Eurocopa masculina, 79.115, para la final de la edición de 1964 entre la anfitriona España y la URSS (2-1).
- Mala suerte de Alexandra Popp -
La afluencia total de esta Eurocopa, con 574.875 espectadores presentes en los estadios, pulverizó también la mejor marca para la competición continental femenina, realizada 5 años atrás en Países Bajos con 247.041 espectadores.
"Las cifras son extraordinarias, pero la mayor sorpresa, para mí, son los que están sorprendidos porque el fútbol femenino esté a tal nivel", había afirmado este domingo el presidente de la UEFA Aleksander Ceferin durante un foro en Londres.
Las cifras son vitales para ayudar al desarrollo pero el nivel de juego se halla también en neta progresión, a nivel técnico, táctico y físico.
La final fue claro ejemplo de ello con una batalla competida entre los dos mejores equipos del torneo.
Alemania podrá lamentar haberse visto privada desde las semifinales de su extremo Klara Bühl, positivo en covid, y, unos minutos antes del inicio, de su capitana y máxima goleadora Alexandra Popp, por "problemas musculares" durante el calentamiento.
- Un gol histórico -
Hubo que esperar a que los dos entrenadores movieran los banquillos para que el partido tomase velocidad de crucero.
Luego de un pase de Georgia Stanway, que había estado cerca de una segunda amarilla en el primer tiempo, Ella Toone se presentó sola ante la arquera alemana a la que superó picando el balón con una gran sangre fría, seis minutos después de su entrada en juego (62).
Las inglesas se echaron demasiado atrás y lo pagaron caro.
Lina Magull, que había encontrado el poste en el minuto 66, terminó por igualar en el 79.
Ya en la prórroga, el gol de Chloe Kelly, a la salida de un córner (2-1, 111), no permanecerá en el recuerdo por su belleza, pero pasa por derecho propio a la historia del fútbol inglés.
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Con información de AFP.