En las últimas horas, Ezequiel Garay hizo estremecer a sus seguidores en las redes sociales por una triste historia: el fallecimiento de Valeria, una niña de 5 años que padecía cáncer y era hija de una pareja de amigos. “Nunca te olvidaré mi princesa. VUELA ALTO”, fue el mensaje que compartió el ex futbolista de la selección argentina en su cuenta de Instagram, junto a una foto de él con la chica en su época como jugador del Valencia de España.
La esposa del ex defensor que se retiró profesionalmente el año pasado, había informado en 2020 que la pequeña Valeria se había curado de su enfermedad. Sin embargo, recayó en 2021, motivo por el cual Garay y Tamara Gorro se mudaron a Barcelona para acompañarla a ella y sus familiares.
“Te has ido mi vida, te has ido para siempre. Pero enseñando al mundo que no se puede dejar de luchar, y siempre hacerlo con una sonrisa. Eres un ejemplo de admiración. Mi princesa, no sabes el vacío que me dejas, no te imaginas cuanto me has ayudado, enseñado y motivado”, expresó en una conmovedora carta que compartió en su Instagram la influencer y modelo Tamara Gorro.
Esta no es la primera situación dificultosa que expone la pareja, ya que hace pocas semanas habían anunciado su reconciliación después de meses de separación tras 12 años juntos. En base a este reencuentro amoroso, el hombre surgido en Newell’s que fue subcampeón mundial en Brasil 2014, había realizado una profunda reflexión ya que muchos criticaron su actitud y aseguraron que la depresión que acusaba Tamara Gorro había sido una farsa: “Cuando mi mujer y yo nos separamos, recibía miles y miles de mensajes de pena, tristeza y apoyo, mucho apoyo... incluidos los medios de comunicación. Hoy estamos juntos de nuevo y se está diciendo que TODO era una mentira y nadie se alegra”.
También se supo que inmediatamente después de su retiro, el ex futbolista de 35 años encontró una nueva profesión como promotor de viviendas de lujo en Valencia.
LA DEDICATORIA DE TAMARA GORRO A SU “PRINCESA”
“Mi princesa… Mi niña de la eterna sonrisa… Toda una vida juntas, pero cinco años inseparables. Una balanza donde existió el sufrimiento, pero sin duda ganó la fuerza, la energía, las ganas y el amor… Te has ido mi vida, te has ido para siempre. Pero enseñando al mundo que no se puede dejar de luchar, y siempre hacerlo con una sonrisa. Eres un ejemplo de admiración. Mi princesa, no sabes el vacío que me dejas, no te imaginas cuanto me has ayudado, enseñado y motivado. Hasta nuestra despedida ha sido especial y única. La tristeza me invade y tengo el corazón roto, yo no quería este final y sé que tú tampoco, quedaban muchas cosas por hacer juntas. Pero te juro que las haré, te lo he prometido y así será. Vuela alto cariño. Allá donde vayas seguirás brillando, porque eres luz. Te voy a tener presente cada día de mi vida. Lo siento en el alma por no haber podido hacer más para ayudarte y curarte, lo siento. TE AMO Y JAMÁS TE OLVIDARÉ. Tu tía Tamara”.
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