Previo a la pausa de verano en la Fórmula 1, Sergio Pérez tendrá una última prueba para recuperar sensaciones y descansar con la esperanza de poder conquistar el Campeonato de Pilotos al final del año, pues luego de dos abandonos en las últimas cuatro carreras y a 70 puntos de distancia de Max Verstappen, está urgido por regresar a la victoria.
Lamentablemente para sus aspiraciones, el brutal ritmo de Ferrari se juntó con un Max Verstappen mejor acoplado a las actualizaciones del auto, por lo que quedó relegado en cuanto a rendimiento en las últimas carreras e incluso alcanzado por los Mercedes de Russell y Hamilton.
Ante los recientes tragos amargos, Checo regresó previo al GP de Hungría para mandar un mensaje de aliento hacia sus seguidores y dejar en claro que luchará por dar una buena actuación sobre el asfalto de Hungaroring.
“Presionaremos con fuerza e intentaremos ofrecer un mejor resultado en la carrera final antes de las vacaciones de verano y volver al nivel en el que hemos estado constantemente esta temporada”
De esta forma levantó los ánimos a través del canal oficial de Red Bull, donde dejó en claro que buscará sacar lo mejor posible del auto en Hungría y dejar atrás su mala racha, donde a pesar de conseguir un segundo puesto en Silverstone, acumula varias carreras por debajo de las expectativas en rendimiento, en especial en clasificación, donde a principio de año parecía haber dado un paso adelante.
Ahora buscará regresar a su buen ritmo y competir de tú a tú contra Verstappen, principal rival este año y quien se ha distanciado notablemente en el último mes.
Adicionalmente tendrá que dejar en el pasado su mal recuerdo del 2021, cuando Valtteri Bottas arruinó su carrera tras provocar un múltiple choque en el arranque.
En general el pasado de Checo Pérez en Hungría no es favorable, pues solamente tiene dos carreras en los puntos, ninguna más allá del séptimo lugar y acumula tres retiros, pero además en el 2015 sufrió un aparatoso accidente que lo elevó por los aires y dejó su Force India de cabeza.
Fue durante las primeras prácticas libres cuando Checo Pérez perdió el control de su monoplaza luego de pasar por la curva 13, momento en el que se rompió su suspensión trasera.
A pesar de que dobló de manera correcta, se mantuvo sobre los pianos de salida y el fondo plano comenzó a rebotar al grado de perder el control en los neumáticos delanteros, por lo que no pudo corregir la dirección y derrapó hasta estrellarse contra un muro de contención.
Lo aparatoso del incidente sucedió luego de que sus ruedas delanteras se desprendieran naturalmente del eje, por lo que mientras daba un rompo, la delantera izquierda provocó una especie de gancho al quedar debajo del auto, lo que provocó que todo el monoplaza comenzara a girar en el aire.
El monoplaza quedó completamente de cabeza, con Checo atrapado en el interior, por lo que tuvo que necesitar ayuda externa para poder reincorporarse de manera correcta.
“Si, fue un accidente realmente malo, muy desafortunado. La pista estaba muy sucia y pasé por el lado incorrecto del trazado. (El choque) fue en un muy mal ángulo, lo que hizo que el auto girara, pero todo está bien”, afirmó el tapatío tras el impacto en su momento.
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