Cuando la Selección Mexicana protagoniza un encuentro siempre sobresale en las gradas de la fanaticada un sombrero de charro, una bandera de México con la leyenda “Chihuahua” y una figura imitación de la Copa del Mundo que sostiene en la mano un pintoresco personaje que ha ganado fama y reconocimiento a nivel nacional y mundial.
Héctor Chávez, mejor conocido como Caramelo, se convirtió en el fan número uno del Tri. Sin importar los resultados, jugadores o cuerpo técnico que comande al equipo azteca, Caramelo sigue al tricolor a todos los partidos que juega; ya sean amistosos o hasta una Copa Mundial, él asiste a alentar al equipo mexicano.
Lo que empezó como una ilusión de niño se convirtió en un distintivo oficial por parte de la FIFA, máximo organismo del fútbol internacional. En entrevista con Infobae México, Caramelo contó cómo empezó el sueño de ser el emblema de la afición mexicana por todo el mundo.
Desde los ocho años tuvo su primera cercanía con un mundial de fútbol. En la edición de México 70, su padre acudió al evento. Debido a que aún era un niño, siguió la competición desde su hogar y durante una transmisión televisiva las cámaras captaron al padre de Héctor comiendo una torta, imagen que se quedó grabada en su memoria.
“Me llamó mucho la atención que en una de las transmisiones lo enfocaron a él dentro del estadio degustando una rica torta que se veía por televisión, y me dije Héctor Chávez tiene que estar en un Mundial”
Fue entonces cuando se propuso ser aquel fanático que goza del fútbol en vivo. Su oportunidad llegó en la edición de México 1986 cuando cambió un viaje de graduación por un pase al mundial. Su padre le ofreció pagarle su viaje de graduación por haber culminado sus estudios en Administración de Empresas o un viaje a la segunda edición mundialista que albergó el país, sin dudarlo eligió lo segundo y fue así como empezó el viaje.
“Mi padre me dijo, ‘hijo, tienes dos opciones: tienes el viaje de estudios con tus compañeros o te vienes conmigo al Mundial de México 86′. No la pensé dos tres veces, dije: ‘Papá vámonos al mundial de México 86, tengo soñándolo desde que tenía 8 años’ “.
Desde México 86 no se ha perdido ninguna edición mundialista y ha viajado a cada rincón del planeta con la finalidad de seguir a la Selección Mexicana pues aseguró que el ambiente mundialista deja la sensación de querer aún más, incluso acudió a Italia 90 pese a que México no participó debido al controversial tema de Los cachirules. Por lo que ha acudido a nueve mundiales y con Qatar 2022 serán 10.
¿Por qué el nombre de “Caramelo”?
Una vez que asumió la misión de ir a todos los mundiales, Héctor Chávez se encargó de crear un personaje que llamara la atención en la tribuna, así que optó por retomar un apodo que surgió en su adolescencia relacionado a su picardía de joven, además de combinarlo con elementos característicos de la cultura mexicana, como la bandera y el sombrero charro.
Cuando Héctor Chávez cursó la preparatoria, un evento cambió por completo su identidad pues aseguró que su relación con sus primeros “romances” en la preparatoria hicieron de él un “caramelo” entre sus “ligues”.
“Había pasado de la secundaria a la preparatoria, en aquel entonces en el instituto LaSalle era de puros hombres y de repente se hizo mixta y ahora sí, Héctor Chávez se volvió un ‘caramelo’, es ahí donde nace ese apodo que ahora me ha hecho algo famoso”.
Otro elemento que decidió llevar fue la bandera de México, pues además de portar la réplica del lábaro patrio, se enfundó en él e hizo una vestimenta al estilo de sarape. Para llevar el nombre de su estado natal a todos lados le escribió “Chihuahua”, fue así como Caramelo se volvió un referente de la tribuna mexicana.
Trabajar los domingos, ahorrar y competir por los boletos ¿cómo ir a un mundial cada cuatro años?
Caramelo se encargó de borrar la imagen que todas las personas creen de él: que le regalan los boletos para viajar al Mundial. Explicó que con su trabajo, que incluso llega a sobrepasar las jornadas regulares, es como reúne lo necesario para ir a una competencia mundialista.
Pero antes de pensar en lo económico, su primer paso es lo familiar; habla con su esposa e hijo y una vez que su pareja le da autorización, emprende toda la preparación para ir al mundial. Cabe resaltar que desde Sudáfrica 2010 Caramelo Junior lo acompaña en el viaje.
Una vez que Caramelo se graduó de la licenciatura de Administración de Empresas en 1986, se acercó al negocio familiar de la joyería e invirtió en su primera empresa; fundó la Joyería Ziros, que a la par dio paso a más joyerías de nombre Zafiro, La Joya y Joyería Ocampo.
Pero conforme pasó el tiempo, cerró cada uno de los negocios de joyería para emprender en el sector inmobiliario y a partir de ahí sostener su hobby de alentar a la Selección Nacional. Fuera de los estadios de fútbol, Caramelo se dedica a la industria inmobiliario de locales comerciales y naves industriales en su empresa Desarrolladora de centros comerciales especializados SA. de C.V., por ello ha tenido que realizar negociaciones fuera de horarios habituales e incluso hasta trabajar los domingos.
Sin embargo, el Home Office y el espacio virtual le facilitó su trabajo para así estar en todos los partidos y acudir a los más de 450 partidos de la Selección Mexicana. Aunque no supo contabilizar cuánto invierte por apoyar al Tri, detalló que cada quien sabe cuáles son sus limitaciones económicas, en su caso hasta ha llegado a dormir en iglesias y parques públicos con tal de tener un lugar en la tribuna.
“Cualquier persona que quiera ir a un Mundial tenemos que empezar a ahorrar terminando el mundial, son cuatro años de ahorro para ir pensando en el siguiente. Platicarte de una cantidad específica, no lo hay, tú te puedes dar el gusto de acuerdo a tus posibilidades y de acuerdo a tu bolsillo”
Su más reciente adquisición para apoyar a México fue el nuevo jersey que usará el Tri en Qatar 2022. Caramelo viajó de Chihuahua a la Ciudad de México para presenciar la ceremonia de presentación y ser el primer fanático en adquirirla. Contó a este medio que gastó mil 950 pesos, pero cuando mandó a membretar la playera terminó pagando dos mil 250 pesos.
Con Qatar 2022 será su décimo mundial; a pesar de las dudas que genera el equipo de Gerardo Tata Martino, Caramelo estará ahí apoyando a los seleccionados nacionales que buscarán el quinto partido.
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