El Tour de France vivió una jornada intensa en uno de los días más exigentes del evento para los ciclistas. La gran historia de la decimoséptima etapa estuvo protagonizada por Fabio Jakobsen y su impresionante esfuerzo para superar la línea de corte por unos escasos segundos. En la subida de Peyraguden, a pocos metros de la meta, el neerlandés luchó contra el cansancio, realizó un sprint final frente a cientos de espectadores y cayó contra una de las vallas de contención al clasificar para el siguiente día.
Según las reglas de la prestigiosa carrera, un competidor queda eliminado si supera el tiempo estipulado para completar el trayecto. Dicha marca está siempre cronometrada por un reloj que está en el arco que cierra la fase y se vivió un momento de pura tensión con varios participantes alentando a Fabio a la distancia. El servicio médico actuó de manera automática y atendieron a Jakobsen, que se descompuso instantes después de finalizar la etapa.
No es la primera vez que el nacido en Heukelum es noticia por una situación que pone en riesgo su salud. Ya tuvo una catastrófica jornada en territorio polaco, donde estuvo al borde de morir: un brutal accidente en la línea de meta de la primera etapa del Tour de Polonia que le provocó innumerables heridas, lo tuvo 48 horas en coma y lo obligó a someterse a varias cirugías para recomponer su físico. Para fortuna del ciclista, está a salvo y analiza competir en la próxima etapa del Tour de France.
Mientras tanto, el esloveno Tadej Pogacar se llevó la victoria en el día miércoles con un emocionante final al llegar a la meta al mismo tiempo que el maillot amarillo Jonas Vingegaard. El esloveno, que logró su tercer triunfo, quedó en la general a 2 minutos y 18 segundos del corredor danés gracias a los cuatro segundos que le recortó a partir de las bonificaciones.
”Estoy muy feliz por esta victoria, la deseaba”, confesó Pogacar, que se recostó sobre el suelo apenas cruzó la meta a causa del exigente esfuerzo final. Pero las etapas pasan, se va a acercando el final en París, y las oportunidades se van acabando para un Tadej que deberá dar todo lo que le queda en la etapa del jueves, en Hautacam, y en la contrarreloj del sábado en Rocamadour para revertir la diferencia lo separa de la cima. “La pendiente final era muy explosiva y le convenía mucho más a Tadej que a mí. Yo quise hacer un sprint más largo. Él mereció la victoria”, concluyó Vingegaard.
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Con información de AFP