El Chavo del Ocho y los personajes que conformaron el elenco del programa creado por Roberto Gómez Bolaños gozaron de amplia popularidad a lo largo y ancho de México, así como de los países de América Latina. Muchas de las estrellas deportivas que el día de hoy acaparan los reflectores crecieron con los programas de Chespirito y en más de una ocasión les han rendido homenaje. Incluso, Lionel Messi llegó a vestirse de uno de los inquilinos de La Vecindad.
En marzo de 2012, semanas después de que diversos países del continente se unieron a una iniciativa para rendir homenaje a Gómez Bolaños por sus 40 años de trayectoria, en redes sociales se viralizó la imagen del entonces jugador del FC Barcelona en una fiesta familiar de disfraces. Para la ocasión, vistió el icónico traje negro de marinerito que dio a conocer Carlos Villagrán cuando personificó a Quico en la serie del Chavo del Ocho.
En la peculiar fotografía apareció junto con su novia Antonella Rocuzzo, quien utilizó un disfraz de Pocahontas para ingresar a la reunión. En otra de las escenas difundidas a través de las redes sociales también apareció su primo Maximiliano Biancucchi, quien defendió la camiseta de Cruz Azul durante algunos meses en el 2010 y, entonces, formaba parte del Club Olimpia de Paraguay.
Si bien la peculiar vestimenta que lució la estrella del FC Barcelona le dio la vuelta al mundo, no fue el único jugador famoso que rindió homenaje a Carlos Villagrán. Un año después, con motivo de la fiesta del cantante brasileño Tiaguinho, el delantero sudamericano Neymar Jr., que todavía defendía la camiseta del Club Santos de Brasil, repitió el disfraz.
En esta ocasión, Neymar también utilizó el traje de color negro con corbata roja, aunque además añadió la gorra de colores azul, amarillo y rojo a su indumentaria. Su acompañante a la celebración fue su novia Bruna Marquezine, quien siguió con la tendencia de Antonella Rocuzzo y no se unió a la iniciativa de recordar al Chavo del Ocho, pues lució un vestido azul de Doroty, personaje del Mago de Oz.
La admiración del actual delantero del París Saint-Germain por el personaje de Quico se dio a conocer rápidamente en las redes sociales. De hecho, como parte de su gira previa a su nombramiento como embajador de la sede de Porto Alegre en el Mundial de 2014, Carlos Villagrán acudió a conocer al futbolista en un entrenamiento. En el encuentro sostenido en 2013, el actor deseó que Neymar fuera “campeón del mundo, pues tiene mucho talento”.
Otra de las muestras de cariño que el elenco de la vecindad mexicana ha recibido es del jugador brasileño Robert Kennedy. El delantero de 26 años del Chelsea, que enfrentó a las Águilas del América en su partido amistoso más reciente, ha exhibido en sus redes sociales el tatuaje en su pantorrilla derecha donde luce el rostro de Don Ramón. Encima del trazo también luce una frase del personaje.
“Não existe trabalho ruim o ruim é ter que trabalhar”, se lee, en portugués, la frase estampada en la piel del brasileño, aunque en español significa “No hay trabajo malo, lo malo es tener que trabajar”. Las palabras fueron pronunciadas por Ramón Valdés a Doña Florinda, cuando ella quiso burlarse de su empleo como ropavejero, aunque el propietario del departamento 72 se reivindicó como “agente especializado en compra y venta de artículos para el hogar”.
El Chavo del Ocho fue una serie transmitida en la televisión abierta mexicana entre el 26 de febrero de 1973 y el 7 de enero de 1980. Aunque su trayectoria duró casi siete años, sus programas fueron transmitidos de nueva cuenta en años posteriores, así como en más países de habla hispana.
SEGUIR LEYENDO:
Últimas Noticias
La lapidaria crítica del campeón argentino que desafió a Tyson: “Es un gallina, por eso pelea con un Youtuber”
Los lazos eternos de Senna con Argentina: competencias de karting, un podio con Reutemann, su idilio con Fangio y la única visita al Autódromo de Buenos Aires
Humberto Mariles, el ídolo olímpico acusado de narcotráfico
Un misterio que lleva tres décadas sin resolverse: los guantes ensangrentados que cambiaron el juicio de O.J. Simpson
Golpes en el casco y abandono en una estación de servicio: los polémicos métodos del padre de Max Verstappen para convertirlo en campeón de la F1
