El boxeo mexicano celebró un año más de vida de Julio César Chávez González, quien se convirtió en una de las figuras más emblemáticas del deporte de los puños y guantes. El pasado 12 de julio el César del boxeo recibió los 60 años de vida, por lo que organizó un festejo a lo grande.
Chávez decidió recibir las seis décadas de existencia con una glamurosa fiesta que reunió a todo tipo de celebridades del boxeo, la farándula, del periodismo deportivo y hasta funcionarios públicos. A pesar de que su cumpleaños cayó a inicio de semana, no impidió para que realizara un magno evento en la capital del país; la cita fue en el Casino Campo Marte, ubicado en Paseo de la Reforma, Polanco, CDMX.
Alrededor de las 18:00 horas empezaron a arribar los diferentes invitados al cumpleaños de Julio César. El lugar estuvo decorado con un sin fin de referencias a la carrera deportiva del señor nocaut pues desde la recepción un cartel con el nombre de Julio César Chávez recordó el legado del gran campeón mexicano.
Dentro del lugar, las mesas fueron decoradas con un atuendo elegante pues sobresalió el color negro combinado con los colores de flores rosas rojas, veladoras decorativas y réplicas de cinturones del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Al ingreso, los invitados recibieron de regalo guantes conmemorativos del festejo de Julio César, algunos llevaban la firma del ex púgil profesional; otro de los distintivos que sobresalieron es que el número 60, que anunciaba el cumpleaños del ex boxeador, fue hecho todo de guantes dorados de box, y la parte trasera tenía impresa una imagen de un Julio joven.
Una de las características de la decoración se trató de la pista de baile; el centro del casino simuló un cuadrilátero de boxeo; con luces y efectos visuales se dibujaron las cuerdas del ring, además colocaron pantallas gigantes arriba de la pista para imitar el estilo de los escenarios en donde Chávez protagonizó sus peleas.
Dentro de los invitados del gremio boxístico que acudieron fueron Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, Humberto la chiquita González, Erik Terrible Morales, Miguel Cotto, Jackie Nava, Mariana La Barbie Juárez, entre otros más.
No solo deportistas fueron invitados a tal exclusivo evento sino periodistas como Fernando Schwartz, Antonio Rosique y Eduardo don lama Lamazón también formaron parte de la celebración.
Otras figuras como el Hijo del Santo, Javier Hidalgo, director general del Instituto del Deporte de la Ciudad de México; nombres de la actuación y el espectáculo como Roberto Palazuelos, Armando Hernández, Yolanda Andrade, Arturo Elías Ayub y Edith Márquez también acudieron.
La bebida que ofrecieron a los invitados fue coñac de la marca Hennessy. La entrada de Julio César Chávez a la pista de baile replicó las presentaciones a las que acostumbró el césar del boxeo a su público. Como si fuera a tener un combate, el presentador del evento relató las grandes hazañas de Julio y así dio espacio para la aparición del campeón mexicano.
Poco después empezó a sonar el tema de México lindo y querido del fallecido cantante Vicente Fernández. Desde unas escaleras, el actual analista deportivo descendió las escaleras, a su paso una gama de luces iluminaron su presencia. Los asistentes aplaudieron la aparición de Julio, quien llegó hasta el centro de la pista.
Ahí, Mauricio Sulaimán y el Hijo del Santo “coronaron” a Julio César por su cumpleaños y lo que significó su legado en el deporte mexicano.
Una vez ahí dedicó unas palabras de agradecimiento a la vida, a su familia y a todas las personas que se reunieron para festejar su cumpleaños. Conforme cayó la noche, el Grupo Privado se encargó de musicalizar la fiesta y cantar sus grandes éxitos con dedicatoria al Champ.
Más noche llegó el mariachi y la partida de pastel; al menos dos pasteles en forma de guantes llegaron al centro de la pista para la ceremonia protocolaria. Fue ahí cuando Edith Márquez cantó algunas de sus canciones con dedicatoria especial a la familia Chávez.
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