Novak Djokovic venció a Nick Kyrgios y ganó su séptimo título de Wimbledon, su cuarto consecutivo, y quedó a sólo un trofeo del máximo ganador en el césped de All England. Ese honor le cabe a Roger Federer, quien estuvo presente durante el torneo en Londres y fue honrado como uno de los grandes campeones de uno de los cuatro Grand Slam del tenis.
Ganador de 20 de los torneos grandes, el suizo no juega desde que fue eliminado en los cuartos de final de Wimbledon 2021. Una lesión en su rodilla derecha lo obligó a operarse por tercera vez y su futuro es una incógnita. A pesar de que la intención es volver a jugar antes del final de la temporada con miras al 2023, Federer sabe que el final de su carrera se aproxima.
“El tenis es parte de mi vida, pero no toda mi identidad. Quiero ser y seguir siendo exitoso, poner toda mi energía en los negocios, aunque en ocasiones doy mucho más de lo que debería, pero esto también se puede llevar a cabo fuera del deporte. Sé que una carrera profesional no puede durar para siempre y eso está bien, lo acepto”, dijo el ex número 1 del mundo en una entrevista que le concedió a Algemeen Dagblad, un medio de los Países Bajos.
Al mismo tiempo, la raqueta suiza, que este lunes dejó de tener puntos en el ranking ATP, fue claro en su postura del valor que tiene el tenis para él en su vida actual. “No creo que necesite el tenis, soy feliz con las pequeñas cosas, como cuando mi hijo hace algo bien o cuando mi hija obtiene una buena nota en el colegio”, dijo Federer.
De cara a su vuelta a las canchas, se conoció que la raqueta suiza tiene previsto disputar la Laver Cup, que enfrentará a un combinado de Europa y a otro del Resto del Mundo entre el 23 y el 25 de septiembre en Londres. Acto seguido, su intención es volver a jugar el torneo de Basilea, en su país natal, un mes más tarde (24 al 30 de octubre).
A un año de su último encuentro oficial en Wimbledon, Federer reconoció que su ausencia del circuito le permitió ganar tiempo y disfrutar de su vida fuera del deporte. “Me dio la oportunidad de ordenar de manera selectiva mis viajes y devolver algo a la gente. Muchos amigos siempre venían a verme, ahora soy yo el que he podido ir y visitarlos. Los viajes en el tenis a veces son excesivos, sobre todo si tienes que organizarlos con niños. Es bonito descansar ahora de todo eso, también para ellos, aunque echan de menos viajar”.
“Honestamente puedo decir que estoy muy feliz en casa. Por supuesto, extraño el deporte, pero la vida en casa también es buena”, sumó sobre cómo fueron los últimos meses de su vida alejado de los entrenamientos y los torneos debido a su lesión.
Ganador de 103 títulos, incluídos 28 Masters 1000 y 20 Grand Slams, Roger sigue manteniendo viva su faceta competitiva a pesar de disfrutar su tiempo libre. En la carrera por ver quién es el mejor jugador de todos los tiempos, ahora perdió terreno con Rafael Nadal, que se sacó dos torneos grandes de ventaja -el español suma 22- y ahora Djokovic se puso a un del mallorquín tras su nueva conquista en el césped de All England.
“Fue una sensación muy extraña no jugar Wimbledon este año, verlo por televisión. Al final, soy una persona que ha estado aquí desde 1998″, confesó en relación a su ausencia del certamen en el que se consagró ganador en ocho oportunidades.
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