Fue una edición de Wimbledon diferente. La edición 2022 será recordada como aquel torneo que no dio puntos a los jugadores y en el que hubo un veto a los tenistas rusos y bielorrusos –no pudieron participar, ni siquiera bajo bandera neutral– por parte de la organización como castigo por la invasión a Ucrania. Por eso ha sido sorprendente que el torneo femenino haya sido conquistado por Elena Rybakina, jugadora nacida en Moscú, que venció este sábado en la final a Ons Jabeur por 3-6, 6-2 y 6-2.
A diferencia de grandes figuras como Daniil Medvedev, Andrey Rublev, Karen Khachanov, Victoria Azarenka, Aslan Karatsev, Daria Kasatkina y Aryna Sabalenka, entre otros se quedaron sin poder jugar el torneo, el caso de Elena Rybakina es diferente: la tenista que nació en la capital rusa en junio de 1999 representante a Kazajistán desde hace algunos años.
Rybakina dio sus primeros pasos en el tenis bajo la bandera de Rusia, representó a su país natal a nivel de juniors, con presencia incluso en los Grand Slams y también en varios torneos del circuito profesional de la WTA. Pero a mediados de 2018, cuando ya estaba en el top 200 del ranking mundial femenino, decidió adquirir la ciudadanía de Kazajistán a cambio de apoyo económico y de representar a ese país en el ámbito deportivo.
“He jugado por Kazajistán desde hace mucho tiempo. Estoy muy contenta de representar a Kazajistán. Ellos creyeron en mí, ya no hay más preguntas sobre cómo me siento. Tengo un largo trayecto como jugadora kazaja”, comentó tras su gran victoria en la semifinales ante la ex campeona Simona Halep.
Fue como representante de Kazajistán que logró ser la primera jugadora de esta país en ingresar en el top 20 del ranking WTA. Llegó a los cuartos de final de Roland Garros el año pasado, además de perdió el partido por la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio. Venía insinuando que podría pelear por grandes cosas.
Y sábado logró su primer título de Grand Slam, nada menos que en la Catedral del Tenis. No tenía un partido sencillo porque Ons Jabeur tenía mucho en juego: aspiraba a convertirse en la primera mujer africana y la primera árabe en ganar un título individual de Grand Slam y se impuso rápidamente en el primer set bajo un sol abrasador en Londres.
No obstante, Elena Rybakina empezó a encontrar sus potentes servicio y golpes de fondo para hacerse con el control del partido. La jugadora de origen ruso pareció nerviosa con el saque en el 5-2 en el momento decisivo, pero mantuvo la compostura para ganar el título y convertirse en la primera tenista que representa a Kazajistán en ganar un título de Grand Slam.
Hizo un torneo fenomenal: sólo cedió dos sets en sus siete victorias en el All England Club. Elena Rybakina hubiera sido excluida de Wimbledon este año si no hubiera cambiado de nacionalidad hace algunas temporadas atrás. Sus inicios en las escuelas rusas de tenis fueron importantes en su carrera pero el apoyo de Kazajistán resultó determinando para su despegue definitivo hacia la gloria.
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