Desde su irrupción en la élite del boxeo mundial, Saúl Álvarez ha ido en busca de la construcción de un legado tal como lo hizo Julio César Chávez. Después de haberse convertido en campeón mundial por primera ocasión, versiones apuntaron a que Carlos Slim estuvo interesado en organizar una pelea en el Estadio Azteca entre el mexicano y uno de los mejores boxeadores del momento, es decir Manny Pacquiao, con una bolsa millonaria, aunque Arturo Elías Ayub desmintió las versiones.
A los 20 años, Canelo Álvarez comenzaba a probar las mieles del éxito con la obtención de su primer cinturón mundial. En marzo de 2011, en el Honda Center de Anaheim, California, logró despojar al británico Matthew Hatton de su corona avalada por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en peso superwelter, condecoración que el filipino Manny Pacquiao dejó vacante después de vencer a Antonio Margarito y volver a las 147 libras.
La personalidad del tapatío en el ring atrajo la atención de aficionados, promotores y boxeadores. Al notar un futuro prometedor en su carrera, comenzaron a difundirse rumores en torno a la realización de la pelea contra quien entonces era considerado el mejor libra por libra. De acuerdo con información que el medio británico Daily Mail difundió en aquel momento, el empresario Carlos Slim tenía planeado invitar al filipino al Estadio Azteca.
Antes de pararse en el ring contra el filipino, Álvarez tenía la obligación de defender su título en contra del retador obligatorio impuesto por el CMB, es decir, el británico Ryan Rhodes. No obstante, sin haber desempeñado el compromiso, la confianza en la victoria del pupilo de Eddy Reynoso habría orillado a los interesados en devolver el boxeo al estadio dos veces mundialista a preparar los detalles para convencer al Pacman de volver a peso superwelter.
La oferta era, por mucho, atractiva para cualquier atleta considerado para entablar la reyerta contra el Canelo. Y es que el empresario mexicano habría ofrecido entre USD 48 millones y USD 65 millones a Manny Pacquiao para presentarse por primera y única ocasión en México. En aquel momento, la cifra contemplaba la bolsa más grande para una pelea en la historia del boxeo.
El resto del plan contemplaba realizar la pelea entre mayo y junio de 2012 ante 95 mil espectadores en el Coloso de Santa Úrsula. Aunque algunos medios de comunicación filipinos aseguraron que el empresario mexicano garantizó el pago a Pacman a través de un político de aquel país cercano al pugilista, Arturo Elías Ayub negó las versiones.
Por medio de su cuenta verificada de Twitter, el yerno de Slim Helú retomó una publicación realizada por Jorge El Burro Van Rankin acerca del rumor. No obstante, catalogó la información como “una gran mentira”. De igual manera, en otro de sus tuits afirmó que: “Apoyamos la carrera del Canelo desde chavo con el programa #ringtelmex, pero no promovemos peleas, solo al deporte mexicano”.
La información que acaparó los medios de comunicación nunca logró concretarse y cada uno de los boxeadores implicados tomó su propio camino. Por un lado, Álvarez realizó cinco defensas exitosas de su título hasta antes de caer contra Floyd Mayweather en septiembre de 2013. En tanto, Pacman optó por continuar en peso welter y venció a retadores como Juan Manuel Márquez hasta que cayó ante Timothy Bradley y perdió su campeonato.
Con ello, Julio César Chávez mantuvo su reconocimiento de ser el último boxeador que se presentó ante el público del Coloso de Santa Úrsula. Sin embargo, el tapatío no ha descartado volver al país para boxear en el histórico recinto deportivo para finales de 2022 o 2023.
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