Afortunadamente, la nadadora estadounidense de raíces mexicanas Anita Álvarez vive para contar su versión de ese dramático momento que se desarrolló durante la final del solo libre, una de las categorías de la natación artística, en el Mundial de Natación que se lleva a cabo en Budapest. Su desmayo dejó perplejo a todo el mundo. Menos a su entrenadora, Andrea Fuentes, quien no dudó en saltar a la piscina para rescatarla.
Álvarez, de 25 años, perdió el conocimiento y quedó por un instante sumergida en el fondo de la pileta. Su vida corrió mucho peligro. Aunque no es la primera vez que le sucedió algo similar. “Tuvimos este problema con esta chica hace un año en España. Creo que están más atentos, eso está bien”, explicó Cees-Rein van den Hoogenband, presidente del Comité Médico de la Federación Internacional de Natación (FINA), en diálogo con el periódico neerlandés NOS.
Anita Álvarez perdió momentáneamente el conocimiento durante uno de sus ejercicios en un torneo de clasificación olímpica que se desarrolló en Barcelona el año pasado. “Esta es la tercera vez en total. Entonces es hora de investigar cuidadosamente qué está pasando con esta chica, si es que aún no se ha hecho”, advirtió Van den Hoogenband. “Esto le sucedió una vez el año pasado en el Torneo de Clasificación Olímpica cuando competía a dúo”, reconoció una portavoz de Estados Unidos.
Un hecho de estas características ocurrió durante los Juegos Olímpicos de Pekin 2008 con la nadadora japonesa Hiromi Kobayashi, quien se desmayó cuando terminaba una sesión y debió ser socorrida.
Ese percance seguramente ha jugado un papel fundamental para que Fuentes reaccione más rápido que los rescatistas del torneo, quienes no ingresaron a la piscina de inmediato para auxiliarla pero actuaron tal como está estipulado en los reglamentos.
Anita se hundió hasta lo profundo, visiblemente desmayada, pero a los socorristas no se les permite actuar sin tener la autorización expresa de los jueces. “No puedes enviar al socorrista al agua ante cualquier cosa. Reaccionaron completamente adecuadamente, he vuelto a ver las imágenes. Solo que su entrenadora fue súper rápido”, argumentó Van den Hoogenband.
La FINA ha sacado un comunicado en el que explica esta normativa. “Solo los jueces, y solamente ellos, podrán dar la orden de saltar a la piscina para socorrer a una competidora que en ese momento haya enfermado. Este protocolo es así para evitar cualquier malentendido por parte de los socorristas”, señaló el documento emitido por la federación. No obstante, según indicó el organismo, el reglamento vigente será revisado para evitar situaciones similares o que puedan tener un desenlace fatal.
Fuentes reconoció que ella saltó al ver la inacción de los socorristas: “Ha sido un buen sustito, la verdad. Me he tirado al agua otra vez porque veía que nadie, ningún socorrista, se tiraba”, le dijo al diario español Marca. “Días antes había hablado del tema con los delegados de la Federación Internacional y me dijeron: ‘Los socorristas están preparados, no hace falta que la líes’. Pero en cuanto vi que Anita acababa la coreografía y no salía a respirar, empecé a gritarles y no reaccionaron. Estaban paralizados, entraron en pánico. Por eso me tiré y fue todo lo rápido que pude”, señaló en otra entrevista con el Mundo.
Béla Merkely, jefe del servicio de salud del Mundial de Hungría, reiteró que la demora de los socorristas ocurrió por el reglamento: “No indicó nada. Realmente, si hubiera indicado algo, de poco habría que tirarse al agua, ya que para ello se requeriría el permiso de la judicatura y del juez de instrucción”, aclaró ante el medio húngaro RTL. “Cuando vimos esto, el socorrista a cargo del rescate acuático también corrió hacia el borde de la orilla y sacó al corredor de la piscina juntos. Según las reglas, el juez principal da permiso para saltar al agua, pero como el entrenador del atleta ya saltó al agua, el socorrista tomó la decisión correcta y también saltó al agua”.
Tras el dramático momento que protagonizó en la piscina, y por sus antecedentes más recientes, Anita Álvarez quedó fuera de la competencia por orden de la organización. La atleta norteamericana debía estar en las piletas de la Isla Margarita (Budapest, Hungría) este viernes pero la FINA no autorizó a que Estados Unidos la incluya en su equipo y debieron buscarle un reemplazo para completar el equipo de natación artística.
“Anita está sana y ha sido evaluada exhaustivamente por un equipo médico teniendo en cuenta sus pruebas anteriores y las evaluaciones anteriores. Aunque el incidente médico fue impactante para todos los implicados, estamos agradecidos que Anita no tenga problemas de salud”, reza un comunicado que emitió la cuenta oficial de USA Artistic Swimming en Instagram, donde anunciaron su baja del equipo.
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