Omar Chávez retomó su carrera en el boxeo profesional; sin embargo, no consiguió el resultado esperado y acumuló la tercera derrota consecutiva de su trayectoria arriba del ring. Rafael Amarillas Ortiz se encargó de propiciarle un castigo al Businessman y le arrebató la victoria en tierras sinaloenses por decisión unánime.
A pesar de ello, Rafael Ortiz no alardeó de su victoria ante el hijo menor de la dinastía Chávez y mostró su admiración por Julio César Chávez, el Gran Campeón Mexicano. Al término de la contienda ofreció unas palabras a diferentes medios y lo primero que resaltó fue su alegría tras haber derrotado a Omar Chávez a pesar de las dificultades que enfrentó.
Además agradeció la gran exhibición de golpes que ofreció el Terremoto Chávez y enalteció el legado de Julio César en el boxeo mexicano. Incluso reveló el interés que tuvo años atrás por ser parte del equipo de la dinastía Chávez. Así lo expresó Amarillas Ortiz para el portal Deportes TVP:
“Gracias a Omar, al team Chávez, la neta siempre quise ser de su equipo y miren, como lo dije, el destino así lo quiso; me hice una preparación bien y sentí que debí ajustar un poco pero pues me decidí por la decisión (unánime). La verdad me siento muy contento por esto”.
Aunque casi noqueó al Businessman a lo largo del combate, no lo logró. Por el contrario, explicó que se fue por la estrategia de alargar la pelea hasta la decisión de los jueces, pues consideró que tenía oportunidades de vencerlo de esa forma. Lo consiguió con las tarjetas 96 - 95, 96 - 93 y 98 - 94.
Uno de los comentarios que más sorprendió fue sobre su opinión del hijo de Julio César Chávez ya que, en lugar de reafirmar una supremacía o enemistad, le pidió su amistad y deseó que la pelea no fuera motivo para distanciarlos. Además aprovechó el espacio para agradecerle personalmente al César del boxeo el espacio que le brindó al pactar la pelea en Culiacán, Sinaloa.
Rafael Ortiz también habló de la calidad de boxeador que es Omar, ya que en los primeros asaltos del combate recibió un golpe a las partes blandas del abdomen, lo que causó que Amarillas cayera a la lona y el juez se viera obligado a realizar la cuenta regresiva reglamentaria antes de reanudar la pelea. Sin embargo, logró reponerse y dar batalla para lo que restaba del combate. Cabe recordar que ésta fue pactada únicamente a 10 asaltos.
“Se lo agradezco mucho Julio, espero ser amigo de Omar después de esto, peleó muy bien la verdad, peleó muy bien. La verdad es que me conectó un gancho pero me recuperé y dije: ‘No, no puedo quedarme aquí', tengo que trabajar más mi abdomen y lo voy a hacer’”, apuntó Rafael Ortiz.
Y es que la contienda se caracterizó por ser una ardua batalla ya que ambos boxeadores no se doblegaron a pesar de los golpes que soltaron. Amarillas Ortiz confesó que luego de recibir el gancho al hígado, no podría irse de tal manera y dio lo mejor de sí para recuperarse.
“Pensé en mi futuro, dije yo: ‘Si pierdo, me retiro’. La verdad no quería retirarme todavía, tengo mucho para dar y mira, aquí me esforcé”.
Quien se llevó la peor parte de la pelea fue Omar Chávez ya que, además de perder, su rostro salió perjudicado a causa de los puñetazos. Recientemente, en redes sociales, compartió una imagen de cómo quedó su cara y sobresalieron los moretones que tiene, así como lo hinchado de su ojo izquierdo.
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