En 2005 Real Madrid anunció la contratación de Cicinho, una joven promesa del fútbol brasileño que algunos señalaban como el sucesor de Cafú. El joven se había destacado en Botafogo, Atlético Mineiro y San Pablo y aterrizaba en un club plagado de figuras y hambriento de títulos, sin embargo nunca logró alcanzar el nivel esperado y en dos temporadas jugó apenas 32 partidos. Años después de su retiro, contó detalles sobre su vida personal que afectaron su carrera profesional y esta semana recordó su etapa profesional.
El ex jugador de 41 años ya había mencionado en entrevistas en 2020 que padecía alcoholismo. El hecho de haber empezado a tomar a los 13 años fue un grave error en su vida y con el correr del tiempo fue empeorando: “Cuando tenía 13 años, fue cuando probé el alcohol por primera vez, y nunca paré. Yo vivía en el campo, y los fines de semana nos reuníamos con amigos y salíamos a las plazas, discotecas. Le pedía a los adultos que fueran a comprar y bebía a escondidas de mis padres y de la policía. El alcohol te rodea de gente a la que le gusta ese estilo de vida, y la gente que te quiere de verdad se queda fuera”, comentó en diálogo con el programa Ressaca, de la cadena brasileña EPTV. “Cuando golpean una pared y te dicen que no está bien, no quieres escucharlo. Tengo un hijo de 15 años y siempre le pido disculpas. En ese momento él tenía dos años y ni siquiera lo entendía bien, pero eso quedó grabado en mi cabeza”, declaró dolorido.
Con respecto a su paso por el conjunto español, fue sincero: “Si me preguntan si alguna vez he estado borracho para entrenar con el Real Madrid... sí, lo hice. Bebía café para quitarme el aliento y me bañaba con perfume”. De esta manera lograba que nadie se diera cuenta de su deplorable estado, pero aunque lo disimulara, su rendimiento se vio afectado y nunca pudo brillar con la camiseta blanca.
Tras su salida en 2008, Cicinho comenzó un periplo de clubes que lo llevó a vestir las camisetas de Roma, Villarreal, Sport Recife y hasta el Sivasspor de Turquía, en donde se retiró en 2018. Pero, nunca volvió a ser parte de un plantel con tantas estrellas como lo era aquel Real Madrid en el que jugaban Iker Casillas, Sergio Ramos, Ronaldo Nazario y Zinedine Zidane, entre otros.
Según había contado en 2020 en una entrevista a el diario Estado do Sao Paulo, sus conflictos con la bebida se acabaron gracias a la ayuda de su esposa: “Ella me animó a conocer los principios que tenía, que eran orientados a la palabra de Dios, y fue así que tuve mi transformación. Ahora mi fase es mostrar mi testimonio y ayudar a las personas para que no caigan en el camino donde yo caí”.
Alejado del fútbol, Cicinho se dedica a pregonar el mensaje de Dios junto a su esposa y hace 10 años que no bebe alcohol. El ex futbolista se retiró habiendo ganado siete títulos, entre los que se destacan dos Copas Américas con Brasil (Perú 2004 y Venezuela 2007), la Copa Confederaciones de Alemania 2005 y la Copa Libertadores 2005 con San Pablo.
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